La noche del tres de octubre del 1998, días después de los estragos causados por el huracán George, muchos dominicanos salieran de sus viviendas espantados por el rumor de un inminente maremoto. Ahora esas historias serán compartidas con el resto de mundo a través de “1998: El Rumor”, un nuevo documental dirigido por Freddy Jiménez y producido por Larimar Films. El equipo de producción de este filme ha lanzado un casting abierto para que aquellos que vivieron esa extraña experiencia puedan compartir sus anécdotas a través de videos para redes sociales como TikTok e Instagram haciendo mención a @larimarfilms.do. Elsa Turull de Alma, vicepresidenta ejecutiva de Larimar Films y productora de este documental, comparte más detalles de “1998: El Rumor”.
¿Cómo surgió la idea de “1998: El Rumor”?
Este es un proyecto que tiene muchos años en los archivos de Larimar y en el cine se da algo que es como muy fortuito. Yo siempre digo que las estrellas se alinean para que la producción pueda salir. Este es un proyecto muy querido para mí, porque yo misma viví la historia del rumor del maremoto. ¿Qué pasa? Yo tengo ya la ficción desarrollada, pero antes de firmarla quería saber a quién más le pasó. “1998: El Rumor” es el título del documental y surge con la intención de involucrar a dos generaciones, la que vivió el rumor en 1998, donde no había TikTok, donde no había WhatsApp, donde no había Instagram, y esa generación que no ha vivido los estragos post un huracán, de que estábamos sin luz, sin teléfono, sin agua, con la comida escasa y para la gasolina había que hacer filas en las pocas bombas que había en aquel entonces. Sería interesante que la generación de ahora le preguntara a sus abuelos, a sus tíos, a sus padres, inclusive al panadero de la esquina que tiene 25 años con ese negocio, ¿qué hicieron esa noche de octubre de 1998 cuando lo despertaron porque venía un maremoto? Entonces, que las personas que saben manipular los celulares filmen su historia en un formato muy sencillo, etiqueten a Larimar y nos lo envíen para nosotros internamente ver qué surge de ahí.
¿Qué tipo de vivencias y anécdotas están buscando con este casting abierto?
Esto está abierto a todo. El casting salió y se han bombardeado las redes sociales. Muchas personas nos han escrito, muchas personas están enviando sus vídeos por privado, ya otros lo empezaron a subir desde ayer y estamos recibiendo todas las historias. Hay una historia que me dio muchísima gracia de que, cuando un señor despertó a todos sus hijos en la casa, lo que él hizo fue que tomó todos los uniformes del colegio, porque el otro día había clases. O sea, son unas cosas tan absurdas que uno se ríe. Estamos gozando muchísimo el proceso. Hay gente que dice que no lo despertaron. Nosotros estamos abiertos a todo tipo de experiencia para ver qué surge. También tenemos en el proyecto la consulta de un psicólogo, porque vamos a ver cómo surge la palabra “rumor”, de dónde sale, cómo se origina. Esa parte que nosotros estábamos viviendo, esa situación de que el huracán George venía o no venía que mantuvo a gran parte de la población en una incertidumbre, porque hay que poner todo ese contexto en este documental. Nosotros nos vamos a apoyar en una serie de expertos, inclusive de meteorólogos, para poder tratar todo ese tema. ¿Qué es un maremoto? ¿Cómo surge un maremoto? ¿Cuántos maremotos ha habido aquí en el Caribe? ¿Cuál es la diferencia entre un maremoto y un tsunami? Nosotros vamos a profundizar más en el tema.
Esta parece ser una producción experimental, ¿la idea es crear una documental que mezcle la ficción con material de redes sociales?
No te puedo contestar a ciencia cierta porque primero vamos a recibir lo que hay. Para estar frente a una cámara, una persona tiene que tener esa pérdida de la timidez o de la introspección o de los nervios. Si esa persona que manda el video y tiene la personalidad para poder salir frente a una cámara, pues nosotros lo ponemos frente a cámara, pero también podemos contar con recreaciones, con animación, o sea, los recursos en el cine son ilimitados. Entonces, primero vamos a recibir las historias, ya tenemos un grupo de personas registrándolas. Cuando yo entro a la oficina digo “buenos días, cómo vamos”, todo el mundo está feliz, todo el mundo se está divirtiendo porque ha sido un proceso muy dinámico. Nosotros estamos sorprendidos por la aceptación. Hay 100,000 hits en TikTok.
¿Cree que puede ocurrir otro rumor con el mismo impacto que el de 1998?
Puede ser. Nadie sabe. Lo que hay que ver es qué factor lo genera y en qué circunstancias se da. Ese rumor se dio en la circunstancia de que nosotros acabábamos de pasar una incertidumbre de no saber si venía o no venía el huracán. El huracán George llegó y mucha gente no estaba preparada, pasaron desastres de pérdidas humanas irreparables y muy tristes. O sea, nosotros veníamos con un trauma de pérdidas humanas importantes, San Pedro de Macorís quedó devastado. El Este, La Romana, Higüey, todo eso se devastó. ¡Lo que pasó fue un desastre! Creo que fue una semana de haber pasado el huracán, porque lo del rumor del maremoto fue la noche del 3 de octubre. Se dio un contexto en el que habíamos pasado por un trauma social, cultural, familiar. Esa noche del maremoto nos despertó es un vecino y nosotros no teníamos luz porque ya se había ido el inversor. Cuando yo salí en aquella oscuridad lo que vi fue gente corriendo y salí corriendo tras ellos. Entonces, se tiene que dar el contexto social, del entorno para que pueda ocurrir un rumor así otra vez. Se puede generar, ¿por qué no?
¿Veremos un mayor uso de redes sociales como una herramienta para contar historias en futuras filmaciones de películas?
Cuando estás haciendo un proyecto siempre buscas actores. Vas a una agencia de casting o a un director de casting y buscas actores. Nuestro talento son las historias. Cuando me senté con el equipo del Larimar dije que tenemos que hacer esto abierto, como un open casting, pero de historias porque hay que ver qué le pasó a la gente. Esta historia está repartida, no está integrada y lo que yo quiero es integrar esa noche en el documental y tomar las historias más potables para poder recrearlas, ya sea a modo de actuación o interpretarlas a través de las personas que las vivieron, llevándolos a los lugares, o dibujarlas en animación. Hay que ver cuál sería la estética de esto, todavía no la tenemos definido. Se definirá cuando tengamos el potencial de las historias y estaremos acompañados por profesionales que nos den una explicación vasta como psicólogos y meteorólogos.