Durante un coaching una cliente (coachee) me dijo que la habían acusado de ser frugal. No se sentía bien por la estampa recibida. ¿Fue un insulto o un halago?
Le fui sincero y le dije: “busquemos en el diccionario” (en mis tiempos le llamábamos el mata burros). Conocía la palabra, pero no podía decir con exactitud si era malo o bueno que me llamaran frugal.
Para mí frugal tenía que ver con sencillez, lo que no consideraba malo. A ella la estamparon en una circunstancia interesante.
Estando en la playa con amigos su hermano dijo que se comería un pescado porque eso le causaba bienestar. En la conversación ella encontró que no era por el sabor del pescado, sino por el ambiente. Mi coachee les expresó a los presentes que no gastaba en el pescado si no era por el sabor.
Veamos: me parece que por frugal sus compañeros no le quisieron decir algo así como sencilla, sino algo que muchos estarán pensando al leer este escrito, ¿tacaña, quizá?
Nos fuimos al diccionario y buscamos dos conceptos: frugal y frugalidad.
· Frugal: Que se alimenta de comidas sencillas y poco abundantes.
· Frugalidad: Es la cualidad de ser en el uso de recursos consumibles; prudente, pasivo, ahorrativo y económico. Así como optimizar el uso del tiempo y el dinero para evitar el desperdicio, el derroche o la extravagancia.
No sé bien si mi coachee, por rechazar la idea de pagar mucho por algo que en el momento no era lo que su paladar reclamaba, era frugal. Tampoco sé si ella come en poca abundancia… sus compañeros de mesa sabrán por qué le han dicho eso.
Ahora me quiero ir a la definición de frugalidad, que me pareció muy interesante para verlo como una filosofía de vida. Iré parte por partes:
* Cualidad de ser en el uso de recursos consumibles:
–Prudente: Utilizar mi dinero con prudencia es algo que me encanta, y, según yo, me ha traído excelentes resultados.
–Pasivo: Tener pasividad para tomar decisiones económicas es una de mis características.
–Ahorrativo: Adoro tener inversiones, estas salen de lo que no gasto. Ahorrar es para mí un paso inicial y esencial para lograr la creación de patrimonio.
–Económico: Valor y precio no es lo mismo. Si entiendo esto no compro por el costo, sino por el valor que me agrega a mí.
* Optimizar el uso del tiempo y el dinero para evitar:
–El desperdicio: Tanto en tiempo como en dinero evito desperdiciar. Así puedo usar esos recursos en lo que sí se convierte en calidad de vida.
–El derroche: Estamos muy acostumbrados a creer que el derroche es un signo de abundancia. Para los que no les sobra en demasía es un signo de que desean ocultar la escasez por la que pasan.
– La extravagancia: Se la dejo a los que les es importante el uso del dinero para medirse con los demás.
Después de analizarme le puedo decir a mi coachee que soy lo más frugal que se puede ser, y qué orgullo tengo de que así sea. Para mí a partir de ahora la frugalidad es más que un halago, es una filosofía de vida.