El 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Sarcoma, fecha con la que se busca informar y concientizar sobre este tipo de cáncer. Aunque es poco frecuente, hay que prestarle atención, ya que suele ser maligno y, si no se detecta a tiempo, puede ser letal.
La doctora Ivette Rodríguez, gerente del departamento de oncología del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (Incart), explica que el sarcoma de tejidos blandos es caracterizado por un tumor maligno que se localiza en los huesos y, como su nombre lo indica, en los tejidos blandos del organismo.
La profesional agrega que es más común a nivel de extremidades inferiores, con mayor prevalencia en niños y adolescentes. ¿Por qué es más frecuente en esta población? “Por la parte genética y las mutaciones asociadas”, refiere.
El problema con este tumor es que, por lo regular, no causa síntomas hasta que haya llegado a un tamaño grande. El dolor tiende a aparecer cuando el tumor ya crecido empieza a comprimir los nervios y los músculos.
Sin embargo, Rodríguez indica que entre los signos físicos que ayudan a detectarlo se encuentran bultos, masas palpables, deformidad de extremidades, dolor que no mejora, hinchazón de los músculos, pérdida de peso y fiebre.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
En cuanto a los factores de riesgo, sostiene que son multifactoriales. El riesgo de padecerlo puede transmitirse en la familia. Algunos de los síndromes genéticos que predisponen al sarcoma de tejidos blandos son el retinoblastoma hereditario, la neurofibromatosis, la esclerosis tuberosa y el síndrome de Werner. Otros factores son el sedentarismo y la radiación para tratar otros cánceres.
La doctora aclara que las lesiones no están relacionadas con el desarrollo de este tipo de cáncer. “La relación entre un golpe y el sarcoma de tejidos blandos es un mito. Lo que realmente sucede es que a partir del golpe se identifica el bulto o la masa, convirtiéndose en un hallazgo casual”, expresa.
¿Tiene cura?
Un aspecto que destaca la profesional es que, si el tumor se detecta en etapa temprana, hay altas probabilidades de poder curarlo. “Todo va a depender de la extensión en la cual se diagnostican. Las lesiones pequeñas y localizadas tienen mayor probabilidad. Hay que tener presente que existen varios grupos de sarcoma de tejido blando, cada uno con un pronóstico diferente”, concluye.