Puede ser un viaje de negocios, el inicio de unas épicas vacaciones o simplemente quieres ir a otro país a conocer un lugar nuevo, cada viaje es una experiencia sinigual, pero eso no cambia el hecho de que el simple acto de viajar puede aumentar las probabilidades de pescar un resfriado, un malestar estomacal o cualquier otro padecimiento. Por eso hemos listado algunos consejos para ayudarte a cuidar tu salud cada vez que viajes.
Lavarse y desinfectarse las manos con frecuencia
Ya sea en el aeropuerto, al abordar el avión o cuando llegues a tu destino, al viajar te verás expuesto a nuevos ambientes y, eventualmente, tus manos entrarán en contacto con superficies que pueden contener todo tipo de microbios y bacterias. Por eso, aunque suene como un consejo demasiado básico, es sumamente importante, porque con frecuencia las personas se tocan los ojos, la nariz y la boca después de entrar en contacto con estas superficies. Lo ideal es lavarse las manos con jabón y agua cada vez que se presente la oportunidad para eliminar estos microbios y prevenir infecciones. En los casos que lavarse las manos con agua y jabón no sea posible, una buena alternativa es utilizar un desinfectante que contenga al menos un 60 % de alcohol.
Mantenerse hidratado
Este es otro consejo que suena muy simple y básico, pero es uno que es fácil de olvidar. Asimismo, esta costumbre es sumamente crucial si se trata de un viaje largo, además de cualquier otra complicación que pueda surgir, como la cantidad de equipaje con la que hay que cargar o, por ejemplo, la rapidez con la que hay que desplazarse de un punto del aeropuerto a otro. De todas formas, no se pueden negar los beneficios de tener el cuerpo hidratado, como el hecho de que una buena hidratación es esencial para desarrollar las funciones vitales del organismo, ayuda a controlar y prevenir el sobrepeso y previene y alivia dolores de cabeza.
Hay que dar prioridad a los descansos
Irse de viaje es una experiencia muy divertida, pero también puede ser una actividad muy agotadora. El constante movimiento, los cambios de horarios, las filas y demás detalles pueden ser demasiado abrumados y no olvides que el cansancio puede afectar tu sistema inmunológico, así como disminuir tu resistencia e impactar negativamente tu estado de ánimo. Por eso es importante que trates de descansar antes de tu vuelo y, si es posible, tratar de tomar siestas mientras viajas. Asimismo, cuando regreses de tu viaje trata de tomarte, aunque sea, unos días para reposar antes de retomar tus rutinas diarias.
Comer sano en lugares nuevos
Al viajar a otros países es muy fácil caer en la tentación de dejar a un lado la dieta y degustar cualquier plato delicioso que se cruce en tu camino, no importa si sea un exótico manjar exclusivo del país que visitas o simplemente comida chatarra. Como esto puede tener un impacto negativo en tu salud (o tu estómago) es recomendable que trates de mantener un equilibrio al alimentarte. Por ejemplo, cuando viajes puedes empacar tus propios snacks saludables y una botella de agua recargable para asegurarte de obtener los nutrientes que necesitas. También se recomienda tratar de comer con frecuencia, pero en pocas cantidades y moderar tu consumo de alcohol.
Evitar viajar durante las horas más congestionadas
Al igual que cuando tratas de evitar los tapones y las horas pico de tránsito, se aconseja que, al viajar, elijas los horarios en el que habrá menos personas. Por ejemplo, a menudo es más cómodo viajar a mitad de semana y a media mañana o mediodía, en vez de hacerlo muy temprano o por la tarde, aunque esto puede variar dependiendo el país que visites y la época en la que viajes. El evitar las grandes multitudes es una buena manera de disminuir las probabilidades de ser expuesto a gérmenes y microbios. Además, este hábito te ayudará a reducir el estrés cada vez que viajes.