En la actualidad una décena de reality shows, procedentes de países como España, Turquía, México, Estados Unidos y Colombia se graban en escenarios de la República Dominicana. Uno de ellos es el Conquistador, que se desprende de «El conquistador del Caribe, que también se grabó en República Dominicana, considerado el reality show de aventuras más extremo de la televisión.
El programa se graba con temperaturas extremas y una humedad del 80 %, en un ambiente en el que a veces cuesta hasta respirar. Bajo fuertes tormentas tropicales, en terrenos escarpados y aguas pantanosas, y rodeados de plantas que nunca antes han visto, insectos autóctonos, ratas o tarántulas.
El periódico de España, El Mundo vino al país para visitar la grabación de El Conquistador, programa que estrenará Televisión Española (TVE) a partir de septiembre y que se está grabando ahora mismo en un entorno salvaje y paradisíaco: el Parque Natural de los Haitises, enmarcado por la bahía de Samaná, en República Dominicana.
Tras 19 temporadas en la televisión pública vasca, donde ha logrado medias de audiencia que superan el 20% de cuota de pantalla, ahora La 1 emitirá, por primera vez, su versión nacional. Sus creadores lo califican como el «concurso de aventura más extremo de la televisión», y no es para menos. «No se gana con resistencia, se gana con la mente», cuenta Amparo Castellano, directora de Contenidos de No ficción de The Mediapro Studio, productora que está tras el formato. «Si no te lo curras y ganas las pruebas, en este programa no llegas al final porque no comes y no duermes. Hay que trabajar en equipo, sin compañerismo y estrategia común, yendo por libre, aquí no sobrevives», añade.
Seg´+un lo publicado por el medio, el programa se graba en más de una decena de localizaciones situadas en distintos islotes. Tenemos que recorrer una media de 20 minutos en lancha rápida para movernos entre unas y otras, en ocasiones con el mar más revuelto de lo que nos gustaría. Nos encontramos con distintos escenarios convertidos en platós de televisión donde han cuidado hasta el más mínimo detalle.
Desde una cueva completamente llena de caracolas que acogerá la asamblea donde se producen las nominaciones, hasta una zona de impresionantes manglares, un bosque húmedo en el que la humedad llega a ser agobiante e impresionantes playas de arena dorada y agua azul turquesa que acogerán las pruebas más duras. Cada poco tiempo nos recuerdan que nos rociemos en repelente de insectos, sobre todo al entrar en las zonas más selváticas, y recomiendan que, pese a las altas temperaturas, llevemos pantalón largo.
Antes de las grabaciones, el trabajo que hay detrás de una producción como esta es inmenso. Todo empieza un mes y medio antes de rodar, cuando un equipo del programa viaja a República Dominicana para buscar paisajes que puedan convertirse en platós improvisados. «Vinimos y nos encontramos con que el sitio es increíble, pero no hay caminos que conecten unas localizaciones con otras. Tuvimos que buscar lanchas, lancheros y los hoteles más cercanos, que no ha sido fácil porque en la zona no hay», cuenta Joxan Goñi, director de El Conquistador y uno de sus creadores.
Después, construyen las pruebas y los distintos campamentos en los que duermen los concursantes y configuran un ‘dream team’ de 250 profesionales. «Nos llevamos a los mejores trabajadores de cada edición, hay gente que participó en las ediciones que grabamos de Argentina, de Colombia…», añade Goñi. Las condiciones en las que trabajan también son extremas: largas jornadas bajo altas temperaturas en las que tienen que grabar desde lanchas, en medio del mar con el agua hasta la rodilla o subiendo y bajando por caminos rocosos o barrizales. La grabación dura seis semanas ininterrumpidas, sin ningún día de descanso, y cada programa se graba, aproximadamente, en un día y medio.