La firma italiana de alta costura Valentino abrió este viernes la Semana de la Moda masculina de Milán, tras tres años de colecciones mixtas, y marcó su regreso a la ciudad lombarda después de centrarse en los desfiles en París.
Es el regreso al origen para el famoso diseñador romano y fundador de la casa, Valentino Garavani, de 91 años, quien presentó en esta rica ciudad su primer desfile de moda masculina en enero de 1985, antes de lograr fama mundial.
La marca presentó su colección masculina en el campus de la Universidad de Milán, cuando esta institución, fundada en 1923, es «un hervidero de estudiantes», algunos de los cuales pudieron asistir al espectáculo, que busca seducir a las jóvenes generaciones.
Pierpaolo Piccioli, director artístico de Valentino desde 2008, después de que el histórico fundador decidiera retirarse, quiso romper los códigos de la moda masculina para hacerlos más contemporáneos.
Para el desfile, la colección se inspiró en los repertorios más clásicos, poniendo en valor a dandis luciendo bermudas y sacos blancos, grises o negros.
La presentación también estuvo marcada por siluetas con un estilo más desenfadado, vistiendo pantalones amplios y abrigos largos.
Del lado de los accesorios, la muestra expuso la fina corbata vintage de los años 50, bolsos con colores llamativos como el amarillo, el rojo y el rosa y aretes brillantes.
«La moda masculina está ahora en un pedestal, símbolo de la redefinición de los códigos masculinos por parte de Pierpaolo Piccioli» y de su «creciente importancia» en los ingresos del grupo, aseguró Valentino en un comunicado.
Dsquared2, la marca de los gemelos canadienses Dean y Dan Caten, causó sensación el viernes por la noche con una colección mixta hombre-mujer muy colorida e hipersexy, rompiendo códigos sin complejos.
El dúo mostró jeans con una cintura vertiginosamente baja, revelando la ropa interior de los chicos, y para las chicas faldas ultracortas y tops diminutos que dejan al descubierto el ombligo hasta el pecho.
Mucho más sobrio, Gucci presentó una colección que celebra los trajes cruzados tradicionales con pantalones acampanados que incorporan el bocado de caballo, omnipresente en sus famosos mocasines, en un tejido Príncipe de Gales y tejidos Jacquard rojos o marfil.
Aumento de los ingresos
La industria italiana de la moda masculina ha registrado un claro aumento de sus ingresos, de un 20,3%, hasta llegar a los 12.300 millones de dólares en 2022, superando su nivel de antes de la pandemia de coronavirus.
Las exportaciones han sido el motor de esta expansión, con un incremento de 24,8%, a 9.000 millones de dólares, según la rama de la moda de Confindustria, la principal organización patronal del país.
«Creemos que la moda funcionará muy bien en 2023», aseguró Carlo Capasa, presidente de la Cámara de la Moda italiana, en una presentación en mayo.
La Semana de la Moda masculina, dedicada a las colecciones primavera-verano 2024, incluye más de 70 eventos, y sólo cinco de ellos serán puramente digitales, dejando atrás los formatos virtuales impuestos durante la pandemia.
Fendi en Florencia
Las grandes firmas, entre ellas Dolce & Gabbana, Prada, Armani y Zegna, presentarán en total 22 desfiles, que prometen traer pompa y espectáculo a la ciudad lombarda.
Andersson Bell, una marca joven lanzada en 2014 en Seúl que fusiona «street style» coreano y minimalismo escandinavo, se estrenará el domingo en uno de los eventos más esperados. La casa saltó a la fama en 2019 gracias a Jungkook, estrella del grupo surcoreano de K-pop BTS y fanático de sus deportivas.
Entre los grandes ausentes figuran Versace, Moschino, Missoni o Fendi, que prefirió presentar su colección masculina el jueves, en el salón Pitti Uomo en Florencia, que precede a los pases de Milán.
Los modelos desfilaron en los talleres de la nueva planta de Fendi en Capannuccia, cerca de Florencia, en medio de máquinas y artesanos, mostrando una línea con inspiraciones del mundo laboral, entre elegancia y confort.
El lino, el algodón, el cuero o la seda fueron los materiales de predilección, en tonos sobrios, entre terracota, verde salvia, blanco crudo y marrón, en consonancia con los colores del paisaje toscano.