La escritora Joumana Haddad es considerada una referencia de la literatura árabe. El título o la valoración de su obra los ve con modestia, pues a su entender hay muchos referentes.
Nacida en Beirut, capital del Líbano, en 1970, Haddad es poeta, escritora, periodista, defensora de los derechos humanos y feminista. “Yo maté a Scheherazade” o «Superman es árabe” son dos de sus títulos aclamados.
“Hay muchos escritores y escritoras que merecen la pena ser descubiertos. Hay mucha suerte y coincidencia en que algunos sean más conocidos que otros, pero esto no quiere decir que los que sean más conocidos, como yo, sean más importantes”, fueron las palabras de la autora en entrevista con Diario Libre durante su estadía en el país en el recién celebrado Festival Centroamérica Cuenta.
Continúa: “Hay muchos otros que yo soñaría con hacer descubrir en español. Ya hice un pequeño esfuerzo. Publiqué una antología de la poesía libanesa contemporánea en español, pero claro que hay escritores y poetas maravillosos que me gustaría compartir un día en esta parte del mundo”.
Políglota, habla cinco idiomas, siendo clave en su conexión con la cultura latinoamericana y de otros países. Ha publicado sus libros en árabe, inglés y español. De 16 obras publicadas en su trayectoria diez están escritas en castellano.
De su participación en Centroamérica Cuenta, el importante evento literario fundado por el reconocido escritor y político Sergio Ramírez en Nicaragua, y que se llevó a cabo del 16 al 21 de mayo en Santo Domingo, Haddad habló en las conferencias “Literatura, activismo y compromiso”, “El impulso de escribir” y “Mujeres que cuentan”.
La ocasión ha sido propicia para repasar con ella sus reflexiones sobre la literatura hecha por mujeres en el mundo árabe, la censura, los retos, su visión del feminismo y de los derechos humanos.
Durante el acto “Mujeres que cuentan” manifestó que las mujeres en casi todo el mundo tenemos una experiencia como la de “habernos sido robada nuestra voz por mucho tiempo. De no ser escuchadas como merecemos ser escuchadas”.
En la charla hizo llegar su propia experiencia. “Con el tiempo, he tenido la fuerza y el valor de hacer llegar mi voz a pesar de las discriminaciones, de toda la violencia, todo el miedo, toda la injusticia. Ese es el mensaje que quiero hacer llegar”.
“El regreso de Lilith” y “El libro de las reinas” son otros elogiados libros de Joumana Haddad. (EDDY VITTINI)
En la entrevista en el Hostal Nicolás de Ovando, Haddad se mostró encantada de visitar República Dominicana por primera vez. “Me gusta viajar para descubrir otros pueblos y otras culturas. Estoy muy feliz de estar acá, conocer a su gente y muy impaciente de experimentar más”, dijo.
Un trabajo literario “con carne, sangre y uñas” y mitos desmontados
Portada del libro Yo maté a Sherezade. (FUENTE EXTERNA)
“El regreso de Lilith” y “El libro de las reinas” son otros elogiados libros de Joumana Haddad. Su quehacer literario aborda géneros muy diferentes, pero hay una cosa común.
Refleja que todos estos libros, ya sea de ensayo, poesía y novela, son muy íntimos, muy personales, al mismo tiempo aspiran a conversar con el sentimiento universal del dolor humano, de las diferencias “y esta guerra para la justicia que cada uno tiene que combatir”.
¿Cómo crea el ambiente para escribir? Joumana no tiene días de escritura, sino periodos de escrituras y periodos muy largos de no escritura. “Entonces, no es que tengo una disciplina diaria. No tengo rituales. Solo la necesidad, cuando tengo momentos de escribir, de levantarme muy temprano, casi al alba. Pero tengo periodos, como he dicho, de no escrituras que comparo como los de un embarazo. El bebé (el libro) está en mi cabeza y no escribo. Pero un día viene el momento de hacer llegar este libro al mundo y se vuelve una temporada muy intensa de escritura todos los días”.
Su abuela fue una influencia para escribir. Ella sobrevivió al genocidio armenio que se produjo desde abril de 1915 a 1923, un tiempo descrito en la historia como una deportación forzosa llena de brutalidad, masacre y el intento de borrar la cultura armenia.
Cuando la escritora tenía siete años, su abuela se suicidó. Mientras crecía los libros ayudaron a Joumana a soportar una realidad muy difícil en su país porque, según narra, había una guerra civil cuando era pequeña.
“La lectura me ha dado este amor. Cuando sucedió lo de mi abuela materna soñaba siempre un día con contar su historia”, abunda.
Y lo pudo hacer 40 años después. Se trata de “La hija de la costurera” (2019), su primera y desgarradora novela.
La sinopsis cita lo siguiente: “Hay tantos cadáveres desperdigados tras de mí, enterrados o abandonados, en tantos lugares, que ya perdí la cuenta. El mundo no es más que un enorme cementerio. Dime, Dios: ¿cuántas veces puede una persona decir: «Perdóname por haberte sobrevivido».
“Necesitaba mucha fuerza para poder confrontar este tema”, expresa en conversación con Diario Libre.
En una entrevista con la agencia EFE en el pasado mes de abril afirmó que narra “con carne, sangre y uñas”. Fue menester preguntarle cómo se desarrolla la vocación de escribir en el Líbano.
Subraya que en su país las mujeres se pueden dedicar a la escritura sin ningún límite, aunque no igual que los hombres.
Mitos
Pero hay mitos en torno a la literatura árabe y ella los desmonta. “Hay una idea en algunos países del mundo árabe de que todas las mujeres son sumisas y no tienen la capacidad de hacer nada, no tienen ningún poder sobre sus vidas y esto es un cliché muy grande. En el Líbano no y en otros países árabes no”.
Sostiene que “también depende de la mujer, de la escritora, depende del precio que ella esté dispuesta a pagar por su libertad de expresión. Porque en todo el mundo cuando una mujer habla, y habla francamente con transparencia, siempre hay un precio”.
“Ninguno me puede reprimir”, ríe. “He sido tan libre en la escritura como en mi vida”.
“Cada día es un desafío. Nunca pude vivir la escritura como un acto de serenidad y de calma. Siempre ha sido un desafío a todo lo que tengo adentro y que quiere salir, pero que también tiene miedo de salir. Es siempre una lucha. He vivido la escritura no en la tristeza, sino en el desafío, en el choque”, confiesa.
Derechos humanos de las mujeres
“El lugar de la mujer es el mundo entero y ninguno puede limitar lo que ella puede o no puede hacer”, expresa Joumana Haddad. (EDDY VITTINI)
Haddad ha viajado por el mundo presentando sus libros, realizando conferencias y entiende que “en todos los lugares que he visitado el machismo sigue existiendo”.
Para ella el mundo no solo avanzará con la inteligencia artificial y otras tecnologías, sino cuando las mujeres tengan igualdad de oportunidades; de derecho, de salarios en todos los campos y esta es una de las luchas esenciales que tiene en la vida.
“He utilizado la literatura, el periodismo y el activismo para poder luchar por esta causa”.
En ese tenor, celebró a otra escritora, Nawal Saadawi, de Egipto (1931-2021).
Joumana Haddad también es fundadora de la revista Jasad y fue editora cultural del periódico libanés An Nahar hasta el 2017.
Actualmente se encuentra trabajando en dos libros; uno en árabe sobre el feminismo con reflexiones desde el punto de vista de una mujer de 52 años. El otro es una novela en inglés.
Finalmente, al preguntarle por su definición del feminismo, expresó:
“Creo en el universalismo del feminismo. Pienso que es dignidad, respeto para cada ser humano sobre la tierra, sin importar su género, raza, nacionalidad, orientación sexual o religión. El feminismo es enorme. Es humanismo”.
“El lugar de la mujer es el mundo entero y ninguno puede limitar lo que ella puede o no puede hacer”, concluye.
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