Asma, Hind y Yusra son algunas de las j\u00f3venes que est\u00e1n dando un nuevo impulso a la m\u00fasica<\/strong> ‘gnawa<\/strong>‘ en Marruecos<\/strong>, un arte centenario catalogado como patrimonio inmaterial de la UNESCO y tradicionalmente reservado a los hombres.<\/p>\n

\u00abLa ‘tagnaouite’ (tradici\u00f3n<\/strong> de la m\u00fasica<\/strong> ‘gnawa<\/strong>‘) adquiri\u00f3 gran renombre mundial con su inscripci\u00f3n en la UNESCO<\/strong> (en 2019). \u00bfPor qu\u00e9 las mujeres<\/strong> no hacen parte de esta din\u00e1mica?\u00bb, dice Asma Hamzaoui, entrevistada en Esauira (suroeste) durante el reciente festival ‘gnawa<\/strong>‘ y m\u00fasicas del mundo.<\/p>\n

Esta nativa de Casablanca de 26 a\u00f1os es una de las primeras mujeres<\/strong> que ingres\u00f3 a ese medio gracias a su padre, un \u00abma\u00e2lem\u00bb (maestro) ‘gnawa<\/strong>‘ que la inici\u00f3 desde ni\u00f1a.<\/p>\n

\u00abLo acompa\u00f1aba a veladas desde la edad de siete a\u00f1os. Aprend\u00ed poco a poco a tocar guembri\u00bb, un la\u00fad de tres cuerdas de piel de dromedario, dice la joven que cre\u00f3 su propio grupo en 2012, Bnat Timbouktou (\u00abLas hojas de Tombuct\u00fa\u00bb).<\/p>\n

\u00abMi padre me ense\u00f1\u00f3 muchas cosas\u00a0 antes de que yo emprendiera mi propio vuelo\u00bb, dice.<\/p>\n

En Esauira, la formaci\u00f3n exclusivamente femenina –Asma Hamzaoui en el canto y el guembri<\/strong> y cuatro int\u00e9rpretes de qraqeb, las famosas casta\u00f1uelas de acero t\u00edpicas del g\u00e9nero ‘gnawa<\/strong>‘– conquist\u00f3 al p\u00fablico, al lado de las Amazonas de \u00c1frica, grupo femenino maliense.<\/p>\n

\u00abEs excepcional ver mujeres<\/strong> interpretando la m\u00fasica<\/strong> ‘gnawa<\/strong>‘, que no deber\u00eda quedarse en el campo de los hombres. Ellas dan nuevo aliento a esta m\u00fasica<\/strong>\u00ab, dice Hamza Tahir entre el p\u00fablico.<\/p>\n

\u00a0\u00abAlimentar el esp\u00edritu\u00bb\u00a0<\/h2>\n

Siguiendo el ejemplo de Bnat Timbouktou, Hind Ennaira, una estrella ascendente de la ‘tagnaouite’, decidi\u00f3 tratar la aventura desde su ciudad natal de Esauira.<\/p>\n

Esta ciudadela fortificada al borde del Atl\u00e1ntico es un vivero de esta tradici\u00f3n<\/strong> musical m\u00edstica, donde las invocaciones religiosas se mezclan a las de los ancestros y los djinns, esp\u00edritus m\u00e1gicos.<\/p>\n

A lo largo del tiempo, esta m\u00fasica<\/strong>, inicialmente practicada por los descendientes de los esclavos y cuyas ra\u00edces se remontan al menos al siglo XVI, sali\u00f3 de la esfera privada de las veladas acompa\u00f1adas de rituales terap\u00e9uticos, y evolucion\u00f3 hacia manifestaciones p\u00fablicas menos codificadas, como conciertos y festivales.<\/p>\n

\u00abLa ciudad de Esauira es la fuente de la tagnaouite. Es un patrimonio muy bello que alimenta el esp\u00edritu. Es importante que los j\u00f3venes le den valor\u00bb, se\u00f1ala Hind Ennaira, que aprendi\u00f3 a interpretar el ‘guembri’ con amigos.<\/p>\n

La joven, de la misma generaci\u00f3n que Asma Hamzaoui, eligi\u00f3 dirigir un grupo ‘gnawa<\/strong>‘ tradicional con una chispa el\u00e9ctrica al integrar un guitarrista y un baterista junto a los interpretes de qraqebs.<\/p>\n

\u00abAl comienzo hab\u00eda desfases, pues no estaban acostumbrados a\u00a0 trabajar con una mujer, pero despu\u00e9s de algunos ejercicios, se adaptaron conmigo y nos volvimos complementarios\u00bb, afirma la artista.<\/p>\n

\n

<\/div>\n<\/div>\n

Power trio\u00a0<\/h2>\n

Yousra Mansour, l\u00edder del grupo Bab L’bluz, que fusiona gnawa<\/strong>, rock y blues, tambi\u00e9n ha experimentado dificultades en el medio musical.<\/p>\n

\u00abHab\u00eda dos obst\u00e1culos para mi: primero, que ese medio es habitualmente reservado a los hombres, pero tambi\u00e9n el\u00a0 hecho de interpretar una m\u00fasica<\/strong> tradicional. No es muy aceptado ni muy tolerado\u00a0 por los rigoristas\u00bb, afirma la m\u00fasica<\/strong> presente en Esauira.<\/p>\n

Esas barreras no le impidieron fundar con el franc\u00e9s\u00a0 Brice Bottin Bab L’bluz (\u00abLa Puerta del Blues\u00bb) para dar valor a la m\u00fasica<\/strong> ‘gnawa<\/strong>‘ y a sus instrumentos tradicionales.<\/p>\n

\u00abSe remplaz\u00f3 el bajo por el guembri y la guitarra por el awisha (un peque\u00f1o guembri) y creamos una especie de power trio a la Jimi Hendrix con instrumentos tradicionales\u00bb, dijo Yousra Mansour.<\/p>\n

La vocalista de 32 a\u00f1os defiende con fervor las libertades de las. mujeres<\/strong>. \u00abPorque como mujer no tuve una vida muy f\u00e1cil\u00bb, se\u00f1ala.<\/p>\n

\u00abFaltaban mujeres<\/strong> en el medio. Cuando veo a Asma Hamzaoui o a Hind Ennaira, que son magn\u00edficas, se que no es facil trabajar en un universo exclusivamente masculino, pero se ve emerger un cambio\u00bb, dice contenta la artista.<\/p>\n

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Asma, Hind y Yusra son algunas de las j\u00f3venes que est\u00e1n dando un nuevo impulso a la m\u00fasica ‘gnawa‘ en Marruecos, un arte centenario catalogado como patrimonio inmaterial de la UNESCO y tradicionalmente reservado a los hombres. \u00abLa ‘tagnaouite’ (tradici\u00f3n de la m\u00fasica ‘gnawa‘) adquiri\u00f3 gran renombre mundial con su inscripci\u00f3n en la UNESCO (en 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