Errores a evitar al consolidar deudas

Cuando tenemos deudas no productivas y queremos salir de ellas, una buena opción puede ser la de un préstamo de consolidación. Pero veo que no siempre se hace de la forma más asertiva. 

Esta guía de diferentes errores que solemos cometer puede servirle a los que están en esa fase o estarán más adelante. La idea es que puedan salir de esas deudas que no quieren tener lo más rápido posible y con la menor inversión que puedan, como enseño por extenso en mi libro «Arco Iris Financiero». 

Tomar más dinero del que necesitas: Al llegar a la institución financiera podemos encontrarnos con que nuestra imagen crediticia nos permite tomar más dinero del que debemos. El astuto vendedor bancario tratará de acomodarnos y darnos una alegría más: “Le puedo prestar más y así celebra este acontecimiento” pudiera ser su canción. ¿Sabes a quién le tocará pagar lo extra? A la misma persona que desea salir de la otra parte. Lo peor es que el comportamiento que nos llevó a las deudas continúa. Solo usamos el dinero porque lo tenemos disponible. Nunca aumentes tu deuda, aunque tu imagen crediticia te lo permita. Mejor guardar esa posibilidad para luego tomar el dinero y hacer un negocio o una inversión.  No buscar opciones: No siempre la primera oferta será la mejor. Es bueno tantear varias opciones. Con el cuidado de que no sean preguntas formalizadas ya que la imagen crediticia puede sufrir si vamos por varios lugares solicitando ofertas. Si revisan nuestro score para colocación de financiamiento, posiblemente afecte el número. Asimismo, las tasas y los tiempos de los préstamos pueden variar considerablemente, compara manzanas con manzanas y peras con peras.  Tomar la cuota más baja: Sin considerar el período más adecuado. La cuota depende mucho de la vigencia del préstamo. Si devolverás el dinero en 3 años es muy diferente de que sea en 5. El último tendrá una cuota más baja, pero pagarás dos años más. Lo que lleva a pagar mucho más en intereses. Algunos eligen la cuota más baja, a pesar de poder pagar la cuota más alta. No piensan en el monto total que van a pagar. Solo considerar un tipo de préstamo: Existen las líneas de crédito, préstamos con garantías o con fiador, préstamos personales, comerciales y más opciones. La tasa variará dependiendo del tipo. Además, las condiciones son diferentes para el tipo de ingreso que tienes. Si estás constituido como empresa, puede ser más factible una línea de crédito, porque tienes ingresos variables y puedes amortizar diferente. De tener una vivienda puedes utilizarla como garantía. No dejes de ver las diferentes opciones que existen, una se adaptará más a tu situación que otra.   No conocer los términos y condiciones: Por ejemplo: ¿puedes hacer abonos? Esto es crucial para reducir tus deudas lo más rápido posible. Muchos no preguntan antes de comenzar a analizar. No digo antes de firmar, sino de arrancar con el análisis. Es que hay condiciones que no podemos aceptar, esta es una de ellas. Puede uno leer el contrato antes de pedir una propuesta, esto te puede ahorrar un buen dinero y muchos dolores de cabeza.  No cambiar de hábitos: Los que llevan a uno a entrar en deudas. Si continuamos con el mismo comportamiento, tendremos un solo destino: intentar más adelante una nueva consolidación. Muchos se sienten aliviados al tener una consolidación, tengo casos de clientes que lo han sentido solo de que el banco les diga que les prestarán. Lo más importante para salir de las deudas es modificar lo que lleva a ellas. 

Espero que, si estás buscando la forma de aliviar una carga de préstamos, puedas seguir el camino correcto para llegar a dónde sí deseas estar.  

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