Cortisol: cómo influye en nuestro bienestar

El sistema de respuesta al estrés del cuerpo suele ser autolimitante. Una vez ha pasado una amenaza percibida, las hormonas restablecen sus niveles normales. A medida que bajan los niveles de adrenalina y cortisol, la frecuencia cardiaca y la presión arterial recuperan los valores normales. Los otros sistemas retoman su actividad regular.

Así lo explica la doctora July Marlene González Pimentel, endocrinóloga internista, nutrióloga clínica del Centro Oncológico Integral y Especialidades del Centro Médico Herrera y del Instituto Regional Materno Infantil y Especialidades (IRMIE) a quien consultamos para hablar a profundidad sobre la hormona del cortisol y cómo influye en nuestras vidas.

—¿Qué es y cómo influye el cortisol en el bienestar y en nuestras emociones? 

Es una hormona glucocorticoide (esteroide) producida por la glándula suprarrenal. Su liberación es regulada por la hormona corticotropina, que se encuentra en la adenohipofisis.  

Cuando te enfrentas a una amenaza percibida, el hipotálamo, que es una región pequeña en la base del cerebro, activa un sistema de alarma en el cuerpo. Mediante señales nerviosas y hormonales, este sistema incita a las glándulas adrenales, que se encuentran encima de los riñones, a liberar una oleada de hormonas, como la adrenalina y el cortisol.

La adrenalina hace que el corazón lata más rápido y que la presión arterial aumente, y te da más energía. El cortisol, que es la hormona principal del estrés, aumenta la glucosa en sangre, o sea, los niveles de azúcar, por esta razón hacemos hincapié a los pacientes que padecen diabetes que eviten el estrés. También mejora el uso de la glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias del organismo que reparan los tejidos.

—¿Eso no es contradictorio?

Hay que procurar tenerla en un rango saludable. Si la tenemos en exceso contribuye al estrés y este aumenta los niveles de azúcar y de glucosa en sangre.

El cortisol también reduce las funciones que se considerarían como no esenciales o perjudiciales en una situación de lucha o huida. Modifica las respuestas del sistema inmunitario e inhibe las funciones del aparato digestivo, del aparato reproductor y los procesos de crecimiento. Este sistema complejo y natural de alarma también se comunica con las regiones del cerebro que controlan el estado de ánimo, la motivación y el miedo.

—¿Qué nivel se considera saludable?

Los valores adecuados dependen de la hora del día en que fueron recolectados, de su contexto clínico o de si se realizó la prueba de estimulación. 

Normalmente, los niveles se elevan durante las primeras horas de la mañana, alcanzando los niveles más altos alrededor de las ocho de la mañana, con valores entre 5 a 25 mcg/dl o 140 a 690 nmol/l. Por la tarde, y durante la fase temprana del sueño, los niveles de cortisol son muy bajos.  

—¿Qué puede provocar su exceso y que su deficiencia?

El exceso de esta hormona de forma prolongada se conoce como síndrome de Cushing, la causa más común es la iatrogenia, por uso o abuso de esteroides exógenos; en menor frecuencia tenemos la enfermedad de Cushing, donde tenemos una sobreproducción de esteroides por parte de un tumor en la glándula hipófisis y tumores en la glándula suprarrenal y otros lugares de nuestro cuerpo

La deficiencia de cortisol se conoce como Insuficiencia Suprarrenal o Enfermedad de Addison, en la que podemos sufrir síntomas como fatiga intensa, confusión, disminución de la conciencia o delirio, dolores en la espalda, piernas, abdomen, vómitos, o diarreas que llevan a deshidratación y presión arterial baja.

Como causa de esta insuficiencia en la producción de cortisol, y con frecuencia de otra hormona llamada aldosterona, tenemos la enfermedad autoinmune en la que el cuerpo se ataca a sí mismo. Entre otras causas están:

Tuberculosis u otras infecciones de las glándulas suprarrenales  Metástasis a las glándulas suprarrenales  Traumatismos severos Hemorragia adrenal asociada a anticoagulantes o a trastorno en la coagulación  Medicamentos 

—¿Cómo puede influir la dieta?

Según algunas investigaciones “una dieta rica en alimentos integrales y baja en alimentos procesados puede ayudar a mantener niveles saludables de cortisol”, si bien no existe una dieta específica que pueda curar el estrés y la ansiedad, existen algunos alimentos que pueden ayudar.

Una dieta de tipo mediterráneo rica en ácidos grasos omega-3, que incluya: 

Pescados: salmón, atún y sardinas Frutos secos y semillas: almendras, nueces, semillas de lino y de chía  Aguacates  Alimentos antioxidantes ricos en vitaminas A, C y E Verduras Frutas  Nueces y semillas Alimentos ricos en vitamina B Proteínas magras: pollo, pescado, huevos y pavo Cereales fortificados  Levadura nutricional  Alimentos probióticos y probióticos  Alimentos ricos en fibra Alimentos fermentados: quesos curados, chucrut

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