Una apuesta ganadora de la productora Shondaland (Anatomía de Grey) que en su primera temporada arrasó, logrando que 82 millones de cuentas vieran la serie en sus primeros 28 días. Éxito que multiplicó en su segunda temporada, consiguiendo 193 millones de horas de visionado en su primer fin de semana.
El tándem Shonda Rhimes y Chris Van Dusen (Shondaland) encontró sin duda la fórmula perfecta. La saga de los Bridgerton es una creación de Julia Quinn, autora estadounidense, que recrea en ocho libros la vida de la alta sociedad en la época de la Regencia inglesa, a principios del siglo XIX.
Esos tiempos en los que las casamenteras, los romances, las intrigas, los secretos y las auténticas pasiones se sucedían en entornos como mansiones de campo, salones engalanados y escenarios cuidadosamente preparados para hacer de la vida un lugar placentero.
“Amo todo de ti. Incluso las partes que crees más oscuras y vergonzosas”. Daphne Bridgerton
Este escenario ideal, como punto de partida, no se puede considerar precisamente novedoso, aunque sí convoque al éxito, las historias románticas de época siempre han sido bien acogidas por el público general.
Pero lo arrollador del éxito de Los Bridgerton parece derivarse del aspecto moderno que incluye la serie donde los diálogos –más propios de la época actual, aunque hábilmente creados para no desentonar con la época-, la temperatura sexual y el glamour unido a la frescura juvenil han conquistado a la audiencia millenial y Generación Z.
Otro punto que lleva a esta serie ambientada en el siglo XIX, a percibirla como una historia actual ha sido la apuesta de la productora de la serie por la diversidad racial. Que en el reparto, actores negros asuman papeles habitualmente representados por blancos dando vida a la alta sociedad británica, es cuanto menos novedoso y no ha quedado exento de debate.
“No es la apariencia o el título de un hombre lo que te cortejará. Son su mente y espíritu los que cortejarán el tuyo”. Kate Sharma
No hay duda de que la decisión de que los personajes de la Reina Charlotte -Golda Rosheuvel-, el Duque de Hastings -Regé-Jean Page- o Lady Danbury -Adjoa Andoh- sean negros, ha sido una licencia de la productora.
En las novelas originales no aparece diversidad de razas y los documentos de la época tampoco parecen confirmar esta propuesta. En este sentido, la escritora y creadora de esta saga, Julia Quinn, en declaraciones a la revista americana People declaró su entusiasmo por esta iniciativa de la productora que al fin y al cabo, procura una inclusión y una identificación más amplia y diversa de sus públicos.
Cuestión que siguió dándose en la segunda temporada de la serie, esta vez con personajes indios, como Kate y Edwina Sharma, punto que parece no chirriar tanto históricamente.
En cualquier caso «Los Bridgerton» es una ficción y la serie televisiva no es una serie histórica, sino de época. A partir de ahí la creatividad de sus autores tiene vía libre y sin duda, así ha sido celebrada por su público.
“Es enloquecedor. Cómo consumes mi propio ser”. Anthony Bridgerton
Debates aparte, los ávidos espectadores de las dos primeras temporadas de «Los Bridgerton» pueden ir preparando sus asientos porque el 16 de mayo llega la tercera entrega.
Si en la primera temporada se contaba la historia de Daphne Bridgerton, la hija mayor de la familia, en su búsqueda del perfecto marido y padre de sus hijos y las vicisitudes con el atractivo duque de Hastings.
En la segunda tocó el turno al primogénito de la familia Anthony que lanzaba sus redes a la hermosa Edwina Sharma, llegada de la India junto a su hermana Kate. Ambas temporadas correspondían a las dos primeras novelas originales.
Ahora la tercera temporada, salta a la cuarta novela de la saga poniendo el foco en una de las parejas más queridas por los espectadores: Penelope Featherington y su amor platónico Colin Bridgerton.
Tanto es así que los fans ya han fusionado sus nombres refiriéndose a ellos como Polin, manifestando así el deseo de que se materialice el asunto. La productora por su parte alimenta la espera de los espectadores, lanzando las primeras imágenes de esta tercera entrega, donde los gestos de ambos protagonistas ya han levantado las primeras esperanzas de que esta unión tenga posibilidades.
Romances, intrigas, vueltas de tuerca bien aderezados por una voz sin rostro, que recorre cada temporada personalizada en Lady Whistledown, gacetillera que levanta los secretos de la alta sociedad en su boletín, personaje que se mueve obviamente entre ellos, pero que nadie conoce.
Esa voz interpretada por la siempre reconocible Julie Andrews aporta ese punto cotilla, que despierta y engancha a la curiosidad por el prójimo y convirtiéndose en altamente adictiva.
“Ardo por ti”. Daphne Bridgerton.
Los Bridgerton llegaron a la vida de muchos millones de espectadores en diciembre de 2020, cuando reinaba una pandemia mundial. La belleza de los escenarios, los colores vibrantes, la vida hermosa de la alta sociedad británica y los devaneos románticos, en ocasiones con escenas de alto voltaje, lograron lo que aquellos tiempos de ocio obligado demandaban: evasión y disfrute visual.
Ahora la saga Bridgerton continúa. Son ocho las novelas de Julia Quinn, cada una dedicada a cada uno de los hermanos Bridgerton: Anthony, Benedict, Colin, Daphne, Eloise, Francesca, Gregory y Hyacinth.
La productora tiene en sus manos, y todos los datos lo indican, la posibilidad de hacer otras tantas temporadas. El entusiasmo de los espectadores, mientras no pierda fuelle, lo agradecerán.
Para los más descreídos, dos datos. Las novelas de Julia Quinn, además de ser bestseller han sido traducidas a 25 idiomas y entre los premios que va acumulando su autora destaca el premio RITA, el reconocimiento más importante del género romántico literario.
Por su parte, la serie ha obtenido 15 nominaciones y dos galardones (Mejor peluquería de época) en los Premios Emmy.
Larga vida a Los Bridgerton, toda la que el gigante Netflix procure.
(Texto: Carmen Jiménez)