Liondy Ozoria es un humorista que ha encontrado un nicho importante dentro del entretenimiento de la República Dominicana. Al momento de hacer reír, él puede hacer lo que otros hacen, pero pocos lo que él ha sabido desarrollar. La ventriloquía es su carta de presentación, pero el talento es su mayor fortaleza.
En los medios ha hecho prácticamente de todo, ha sido presentador de televisión, youtuber, bromista, standupero, actor, animador de eventos, pero todo aderezado con humor. Y sí que ha sabido hacerlo, ya han pasado 25 años de su incursión en los medios y sigue estando en el gusto del público.
Con él hablamos a propósito de sus nuevos proyectos, aprovechando la oportunidad para repasar su carrera dentro del humor, con sus aspectos positivos y los no tanto, pero que ayudan a valorar las metas alcanzadas y, de paso, conocer un poco más su lado personal.
«Estamos trabajando en presentar, ahora sí, abierto para todo el público, el espectáculo de humor: ‘Liondy Ozoria, 25 años’.
En este show que hemos preparado nos dimos cuenta de que habíamos hecho un abreboca el año pasado y fue a casa llena, entonces, decidimos retomar esta celebración abierta para que todo el mundo pueda ir, estarán con todos mis personajes». Y sí que son muchos. Aunque, Ñeñeco y Don Chichí, son los más representativos.
«Todo lo que Liondy Ozoria sabe hacer estará presente en este show«, añade.
Este espectáculo se realizará el 31 de mayo en Galería 360, pero antes el público podrá verlo este 16 de marzo en Hard Rock Café Santo Domingo junto al cantautor Marteen Franco, en el show ‘Para reír y llorar’ donde unirán las risas y el canto en un mismo escenario, ¿qué puede salir mal?
Un camino de altibajos
Aunque ahora disfruta del reconocimiento del público y muchos admiran su talento para hacer reír, no siempre fue así, de hecho, y así nos lo cuenta, se le cerraron muchas puertas, pero él no se cansó de seguir tocándolas e, incluso, creó sus propias oportunidades.
«Ha sido un camino lleno de altibajos, donde no se le puede mostrar a la gente cuando uno baja», asegura. Y añade: «En el humor hay que ser muy estratégico, porque, lamentablemente, cuando tú haces algo que es para quitarle el estrés a la gente, no todo el mundo lo acepta o lo entiende».
Y razón tiene. República Dominicana está llena de personas que se sienten figuras por aparecer en videos en redes sociales o se ofenden por el tipo de temas que se realizan, algo que en estos tiempos dificulta la carrera del comediante.
«Ahora mismo estamos en una época donde, no importa lo que tú digas, siempre va a parecer un ofendido». Y es que, hacer humor en estos tiempos es más complicado de lo que parece.
Liondy Ozoria durante la entrevista con Diario Libre (NEAL CRUZ / DIARIO LIBRE)
«Antes podías hacer chistes de lo que sea y la gente se los disfrutaba, pero ahora, hay que sacar los chistes con pinzas», sin embargo, pese a todas estas censuras que se quieren imponer, él no es de los que se dejan amedrentar, sigue haciendo humor, pero sabe para qué lugar y público.
«Realmente yo no le doy mente. Lo que sí sé es dónde hacerlo. Si tú pagaste para ir a verme, prepárate que vas a ver todo tipo de humor, chistes crueles hasta conmigo mismo y con todo lo que se me ocurra».
«No es fácil realmente mantenerse en el gusto de la gente y con el paso del tiempo se hace un poquito más cuesta arriba», agrega. «Para todos, ahora es más difícil, aunque va a depender del humorista, porque hay algunos cuya esencia es la irreverencia y no le paran a eso.
Hay humoristas que ese es su norte«, aclara.
Aparte de la censura, los comediantes actualmente tienen que lidiar con el intrusismo. «Ahora mismo, poca gente quiere aplaudir, la mayoría quiere ser aplaudido, muchos entienden que es sencillo y es un poquito molesto a veces ver que un grupo de personas en una red social específica le hace bulla, le aplaude o le celebra un chiste, irrespetan trayectorias de gente que ha tenido un camino largo y respetuoso en el humor, por el simple hecho de tener más seguidores», señala.
Aunque asegura que en su caso no le afecta.
«El día que los dueños de esas redes sociales les dé por cerrarlas, tienen que verse entonces en una tarima a ver si la gente va a ir a verlo editar un video en vivo», reflexiona.
Y tiene razón, en la preparación constante está la clave para la permanencia. Liondy ha sabido diversificarse en los medios: ha sido presentador de televisión, animador de eventos, humorista, productor y ventrílocuo. Para él esta última es donde se siente más cómodo y la que más satisfacciones le ha dado. «La ventriloquía, definitivamente», responde.
El humorista Liondy Ozoria habla para Diario Libre. (NEAL CRUZ / DAIRIO LIBRE)
Y añade: «Es algo que solamente yo manejo actualmente en Dominicana, al menos a altos niveles, porque sé que hay otros por ahí, pero yo corrí con la suerte de haber sido bien atrevido en cierto tiempo de mi vida y me lanzaba a los lugares, porque entendía que hacía un buen trabajo y no quería dejar pasar esa oportunidad de encontrar la forma de descollar, de hacer crecer esto que hago». Y ha valido la pena.
Sin embargo, antes de descubrir que tenía talento para la ventriloquía, le atraía la música urbana, la actuación y el baile. De hecho, confiesa que grabó un par de temas. «Fui muy atrevido al querer adentrarme en algunos lugares, sólo porque sí» ¡Y lo logró!
La ventriloquía llegó a él de manera natural, sin buscarla. «Yo encontré que tenía esa afinidad con ese talento después que terminé el bachillerato, y quizás fue mejor así porque no me preocupé por querer ser famoso, por querer ser conocido, y pude enfocar mi energía en terminar mis estudios», dice.
Y añade: «Lo descubrí como a los 19 años en la casa de una novia. Me puse a estar inventando para que su hermanita se fuera de nuestro lado, saqué la cabeza de un muñeco y le hablé sin mover los labios. La niña salió corriendo».
Así llegó Ñeñeco a su vida, el muñeco que le ha dado tantas satisfacciones en el humor.
«A partir de ahí comencé a darle forma al personaje y hoy en día, después de mucha práctica, es totalmente diferente a como inició», dijo orgulloso.
Inicio complicado en los medios
«Complicado», así respondió Liondy cuando se le cuestionó sobre sus inicios en los medios de comunicación. Y fue así por muchas razones.
«No es como ahora que tú puedes decir ‘ voy a grabarme en las redes sociales para que la gente me vea y si me hago viral me va a ver más gente, era mucho más complicado que ahora».
Sin embargo, agrega, esas dificultades hicieron que tanto él como los demás humoristas anteriores y de su generación valoren y respeten más sus carreras.
«La mayor satisfacción de los que iniciamos en ese tiempo es que hemos sabido mantenernos«, esto lo han hecho a base de talento. Sin embargo no ha sido fácil.
«Sentí cómo me cerraron puertas, cómo me metían los pies para que no avanzara, hubo canales donde yo llegaba y demostraba mi talento, pero entonces la gente que trabajaba en esos canales veía una amenaza y sentía que peligraba su trabajo».
«Vimos eso, no solamente yo, sino otros del medio«, y añadió que ahora también lo es, pero por las redes muchos pueden crear sus propios canales de difusión de contenido.
A pesar de todas estas limitaciones para llegar a los medios, él lo tiene claro, no cambiaría nada de lo que vivió porque fue parte del proceso para forjar la carrera que tiene actualmente.
«Soy de los que piensa que todo lo que ha pasado en mi vida ha sucedido en el orden que debió pasar, quizás en algunos momentos debí meter el acelerador para ayudarme un poquito más, pero entiendo que todo lo que Dios me ha dado me lo dio cuando lo creyó pertinente«.
Ese proceso le creó una coraza. «Cuando no tienes nada concreto y seguro, lamentablemente los ‘no’ son muy dolorosos, te lastiman, te laceran y no te das cuenta cuánto te ha fortalecido hasta que lo vives, hay cosas de las que te das cuenta en un futuro».
«Yo en el 97 era tapicero con mi papá, te puedo decir ahora que estaba pasando dificultades económicas, estábamos complicados, pero digo ahora porque sé lo que es la bonanza, que en ese tiempo yo no sabía que estaba pasando ninguna dificultad porque era mi día a día y era lo normal».
De ahí que para él sea fácil identificar cuándo un ‘no’ sirve para fortalecerlo y cuando un ‘no’ es simplemente una negación.
Hacer reír cuando pasa por un momento delicado
Liondy vivió a flor de piel esta experiencia. «Es una frase muy trillada en el entretenimiento, pero el show debe continuar, aunque haya ocasiones en las que resulta muy difícil seguir».
Él recibió la noticia más devastadora mientras se encontraba en una serie de presentaciones. «Cuando nos entregaron el diagnóstico de autismo de nuestro niño (esto es algo que no he dicho nunca), tenía shows en esos días, y los hice por compromiso, pero yo tenía mi cabeza en otro lado», confiesa.
Y no es para menos.
«Estaba en proceso de negación con todo y todos», admite. «Dejé de hacerle coro a Dios, me puse a buscar qué hacer para no aceptar ese diagnóstico y subía a tarima desvariado por dentro a hacer reír a la gente. Llegó un punto en que estaba tan negado con todo que hasta coqueteé con la idea de soltar el arte en banda».
«Trabajaba de forma mecánica«, admite. «No tenía el mismo amor al arte, porque sentía que se me había destruido algo». ¿Cómo salió de ese bache personal? «Pasando mi duelo«, responde.
«Pasé por una depresión silente, de esas que nadie sabe porque todos te ven bien, pero es algo normal en padres con hijos en el espectro autista; te ves en una situación donde todos te dicen que eches para adelante, pero sólo el que lo está viviendo es al que le toca soltar esa idea de hijo que tenías para aceptar la idea que Dios te dio de otro hijo», confiesa.
De ahí añade: «Hay que empezar a entender, a amar, a criar, a investigar y a buscar la forma de que eso no sea algo negativo en tu vida ni en la de tu familia o la de tu entorno».
Sin embargo, ese diagnóstico le permitió madurar en todos los sentidos.
«Gracias a Dios las cosas llegan por algo, porque ese diagnóstico ha cambiado muchas cosas en mí como persona y ha hecho que aparezcan cosas nuevas en el ámbito artístico, personal, familiar y personal», asegura. «Creo que todo obra para bien», recalca.
Nuevos proyectos
Lionsy no para. Él lo admite. «Mi cabeza siempre está a mil todos los días, buscando la manera de idear cosas que puedan mantener a uno vigente. Venimos trabajando desde el año pasado en algo que esperamos sea un documental sobre la vida de Liondy Ozoria, no puedo dar muchos detalles, estoy adelantado en una película, en el proceso de revisión del guion, porque pretendemos hacer una película del muñeco Ñeñeco», señala, aclarando que esto es a largo plazo porque está en proceso. «Se lleva un tiempo de producción y buscar patrocinio. También está trabajando en su propia marca ‘Toy mono‘ que ya está disponible tanto en el país como en Estados Unidos y próximamente en Europa. Además, está en proceso de reactivar su canal de YouTube. Y es que Liondy sabe que el trabajo debe ser constante. «Si las oportunidades no llegan, las creo», finaliza.