Según la última encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas de España), el 44 % de los hombres considera que el feminismo ha ido demasiado lejos. Un porcentaje que es incluso algo más elevado entre los hombres más jóvenes, de entre 16 y 24 años.
Para averiguar cómo de asentada está esta visión entre los estudiantes universitarios, hemos analizado la presencia de ciertas ideas antifeministas entre 350 alumnos y alumnas de los grados de Educación de la Universidad de Barcelona y la Universidad del País Vasco.
En nuestro estudio, realizado con la Delegación en Euskal Herria de la Fundación Intered, pedimos que se completase un ejercicio de asociación libre de palabras para identificar las principales ideas antifeministas presentes entre el estudiantado universitario de educación.
La tarea consistió en escribir en un papel las cuatro principales ideas antifeministas que les vinieran a la cabeza, para más tarde explicarlas en profundidad en una conversación con quienes realizamos el trabajo.
Finalmente se les preguntó en qué medida estaban ellos o ellas, sus amistades o la juventud en general de acuerdo con dicha idea.
Los análisis revelaron la existencia de cinco ideas antifeministas mayoritarias en las respuestas, aunque en muy diferente grado de adhesión e importancia. Se trata de las siguientes, de menor a mayor en cuanto a lo asentadas que se encuentran entre las personas jóvenes participantes en la investigación:
La idea menos compartida: tareas domésticas
Entre todos los argumentos compartidos por las personas jóvenes de ambos sexos la idea que menos se ha repetido es la de que las mujeres deben encargarse de las tareas domésticas (solo un 11,47 % de los argumentos hacía referencia a esta idea).
La mayoría no piensa, ni cree que lo hagan sus amistades, ni la juventud en general, que esta afirmación sea cierta. La perciben como una idea histórica alejada de la realidad actual.
Mayor protección legal para las mujeres
En cuanto a la noción de que las mujeres tienen más derechos y beneficios a nivel legal que los hombres (un 16,20 % de los argumentos), consideraban que ni ellos ni ellas, ni sus amistades, están de acuerdo.
Sí consideran que este argumento circula entre la gente joven en general aunque no sienten mucho vínculo por él.
¿Las mujeres son provocadoras?
Otro argumento antifeminista recurrente con el que dicen convivir es que las mujeres provocan sexualmente a los hombres para conseguir lo que quieren. Aunque ellos y ellas mismos afirman no estar de acuerdo con esta idea, sí que creen que sus amistades y la gente joven en general lo están.
El feminismo no busca la igualdad
La idea de que el feminismo no busca la igualdad es la más repetida entre las personas que participaron en esta investigación (un 31,87 % de los argumentos analizados hacían referencia a esta idea).
La diferencia entre la percepción del feminismo y la igualdad de género también es notable en el hecho de que los participantes afirman estar muy a favor de la igualdad (un promedio de 4,83 en una escala del 1 al 5); en cambio, su identificación con ser feministas es casi un punto más bajo, siendo un promedio de 3,96 también en la escala del 1 al 5.
Esta diferenciación entre feminismo e igualdad coincide con los resultados de otras investigaciones en las que se detecta la distinción entre un feminismo “bueno”, que solo busca la igualdad, y un feminismo categorizado como “malo” o “radical” que protesta y se enfrenta al statu quo actual.
Justificación de la brecha salarial en determinados trabajos
Por último, la idea con la que más a favor están las personas participantes de esta investigación es la percepción de que algunas mujeres pretenden cobrar lo mismo que los hombres en ciertos trabajos para los que “no están preparadas”, tales como las fuerzas policiales, el cuerpo de bomberos, deportes de élite, etc.
Los participantes de esta investigación afirman estar a favor de este argumento a un nivel medio y creen que sus amistades y la gente joven en general también lo están. Es decir: consideran legítima la brecha salarial en contextos como el del fútbol y los cuerpos oficiales de seguridad.
Yo no lo pienso, pero algunas de mis amistades sí
Para concluir, es importante destacar las diferencias en el grado de apego que muestran hacia las ideas antifeministas.
Aunque perciben estas ideas como distantes de sus propias creencias, de las de sus amistades y de la juventud en general, siempre las consideran más alejadas de ellos mismos que de sus amistades o de la juventud en general.
La estrategia de atribuir estas ideas a otras personas puede ser utilizada como una herramienta que responde a la deseabilidad social.
En resumen, las ideas antifeministas están al menos cohabitando y también en algunos casos calando en el estudiantado de educación.
Nos parece necesario abordar y trabajar estas ideas, especialmente aquellas vinculadas a la noción de que los hombres están perdiendo derechos tanto judiciales como laborales, así como la idea de que el feminismo no busca la igualdad.