Si tu bocadillo preferido es la croqueta, hoy es el día perfecto para disfrutar de una, ya que cada 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Croqueta, popular platillo de origen europeo, pero cuyo sabor ha traspasado otros continentes.
Esta ‘picadera’ popular entre los dominicanos viene de la gastronomía francesa y, según algunas fuentes, data de 1817, cuando Antonin Cáreme, el chef de la corte del rey de Francia Luis XVI realizó un platillo especial para servirlo en un banquete al entonces príncipe de Inglaterra y el Gran Duque Nicolás de Rusia.
El plato estaba hecho a base de crema de bechamel recubierta de una capa crujiente a la cual bautizó como ‘Croquettes á la royale’, cuya traducción al español es ‘crujientes reales’.
El bocadillo también se le atribuye a un cocinero francés de nombre Auguste Escoffier, fundador de la cocina clásica, como un invento propio realizado en 1898.
A pesar de que su nacimiento se registra allí, quienes se llevan la insignia por popularizar la croqueta en su gastronomía es España. De hecho, se volvió una efeméride tras la idea de Cristina Barbero, fundadora de la agencia española de comunicación “Ideas bien contadas” en 2015.
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Ella creó una campaña de marketing para un restaurante que tiene como especialidad las croquetas, por lo que, a raíz de esta iniciativa, todos los 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Croqueta.
Receta dominicana
La versión dominicana de este platillo se realiza generalmente rellena de pollo, por lo que para la receta se necesita esa carne cocida y mechada, ajo, cebolla cortada, harina de trigo, mantequilla, huevos batidos, leche, pan rallado y aceite. Las cantidades variaran según el número de bocadillos a realizar. Para iniciar la preparación, debe sofreírse el ajo y la cebolla, luego agregarle el pollo e ir condimentando con sal y pimienta al gusto. Posteriormente, preparar la crema bechamel, derritiendo mantequilla e incorporando la harina y la leche hasta que se forme una pasta. Luego integrar la mezcla con el pollo, agregar el pan rallado hasta que se vuelva una pasta más firme y darle la forma alargada típica de la croqueta. Posteriormente, proceder a freír en aceite caliente hasta dorar.
Este versátil platillo se puede disfrutar por si solo o acompañado con cualquier salsa o crema que guste.