Las dietas extremas ocasionan trastornos serios

Para tener una idea de cómo está afectando a la salud física las dietas de moda conviene identificar estas “dietas milagro”, como normalmente se conocen.

Así piensa la psicóloga Melina Cabrera, del Instituto Bariátrico y Metabólico Meta Íntegra del Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), para quien “suenan demasiado buenas para ser verdad, prometiendo resultados en periodos realmente cortos. Restringen drásticamente la ingesta calórica y tienden a eliminar grupos completos de alimentos o ciertos alimentos en específico”.

Es bien sabido que todos los grupos de alimentos ofrecen nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

“Esto es solamente válido cuando la paciente presente algún tipo de condición médica que le exija limitar o eliminar un determinado grupo de alimentos”, explica la experta.

Asegura que se suelen satanizar los alimentos y no existen alimentos “buenos” o “malos”, sino alimentos que por su componente nutricional debemos comer más que otros.

Lo negativo de las dietas de moda

Dan pie a creencias sumamente erróneas sobre los alimentos en sentido general y el peso corporal.

Promueven un patrón de alimentación rígido.

Usualmente, son promovidas por celebridades, influencers y/o “gurús de salud”.

Es importante -continua explicando la psicóloga- hacer hincapié en que los efectos a largo plazo de las dietas de moda pueden ser bastante graves y a menudo conducen a:

Deficiencias nutricionales importantes. Fluctuaciones de peso. El temido efecto rebote. Desequilibrio metabólico. Conductas compensatorias, como son: el ejercicio excesivo, la auto provocación del vómito y el uso de laxantes y diuréticos. Desarrollo de trastornos alimentarios. Baja autoestima. Niveles significativos de estrés y ansiedad. Imagen corporal negativa.

Las consecuencias en adolescentes de estos estereotipos de belleza establecidos

“Hemos normalizado tanto opinar sobre los cuerpos ajenos, que hemos olvidado el impacto que puede tener en la construcción de la imagen corporal de las adolescentes, creando sentimientos negativos hacia su corporalidad y contribuyendo potencialmente al desarrollo de diferentes trastornos mentales”, subraya. Estas son las consecuencias:

Trastornos de la conducta alimentaria: las adolescentes que no cumplen con los estereotipos de belleza impuestos por la sociedad muestran niveles bajos de autoestima y una percepción negativa de su cuerpo. Esto conlleva a la realización de dietas extremas, ocasionando un déficit nutricional que se traduce en trastornos más serios como la anorexia, la bulimia y otros más nuevos como la vigorexia u ortodoxia. Pérdida de autoestima: comienzan a atravesar cambios propios de la etapa evolutiva en la que se encuentran que pueden generar desconfianza y rechazo hacia su propio cuerpo. Presión social: debido a la alta incidencia y el constante bombardeo de las redes sociales y la publicidad, las adolescentes sienten una gran presión por parte de la sociedad y sus pares para cumplir con los cánones de belleza establecidos. Esto lleva a la adolescente a sentir una preocupación excesiva por su cuerpo, a una restricción alimenticia y a conductas compensatorias que pueden ser perjudiciales.

¿Cómo afectan las redes sociales?

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Las redes sociales se han convertido en el espejo en que se miran los adolescentes, obviamente viendo un reflejo en el cual se proyectan estereotipos poco realistas, los cuales tienen un gran impacto en la autoestima, el auto concepto y su imagen corporal.

La presión de tener un cuerpo delgado, la publicidad engañosa y la sobreinformación nutricional conforman una serie de factores de riesgo predisponentes que pueden desencadenar o perpetuar un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).

¿Y si la adolescente ya presenta un TCA?  Desarrolla una hipersensibilidad a los estímulos externos provenientes de familia y amigos, todo esto, sumado al contenido que consume en redes sociales relacionados a corporalidad y hábitos alimenticios poco saludables.

Sugerencias

Fomentar una autoestima saludable en los hijos.

Inculcar desde pequeños una relación saludable con la comida, en donde tenga acceso a una alimentación balanceada, sin satanizar los alimentos, pero evitando caer en excesos.

Evitar hacer comentarios sobre el peso y el cuerpo de sus hijos.

Concientice a sus hijos sobre los ideales de belleza poco realistas y los peligros que puede conllevar caer en ellos.

Verificar el tipo de contenido que está siendo consumido por sus hijos.

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