Con aplausos tras la proyección y en la rueda de prensa ha sido recibido este lunes Woody Allen en el Festival de Venecia que proyecta, fuera de competición, su nuevo filme, «Coup de chance«, rodado en París con actores franceses. «He sido muy afortunado toda mi vida», ha dicho el director neoyorquino.
«Coup de chance» llega a Venecia tras haber sido rechazada por el Festival de Cannes en mayo pasado debido a la polémica que sigue persiguiendo a Woody Allen por las acusaciones de abusos sexuales de su hija adoptiva Dylan Farrow, unos hechos supuestamente ocurridos en 1992 y por los que fue exonerado en su día.
No obstante, la onda expansiva del #Metoo y la difusión de un documental de HBO en 2021 centrado en la versión de Dylan Farrow y su entorno, han reavivado la polémica en los últimos años hasta el punto de que Allen ha tenido serias dificultades para financiar sus últimas películas y para vender sus memorias en Estados Unidos.
Su anterior filme, «Rifkin’s Festival», lo rodó en España, de la mano de la productora catalana Mediapro y con «Coup de chance«, su película número 50, ha regresado a París, donde filmó algunas escenas de «Everybody says I love you» (1996) y donde transcurría «Midnight Paris» (2010).
«Las películas que me gustan, desde joven, son europeas, el cine francés, italiano, sueco, toda mi vida he querido hacer películas como los europeos», ha dicho el director de «Manhattan» o «Annie Hall» que, a sus 87 años, no ha descartado volver a rodar en Nueva York en el futuro.
«Tengo una idea muy buena para Nueva York, si alguien sale de la sombra y se ofrece a financiarme sin hacer demasiadas preguntas, si algún incauto me pone el dinero sobre la mesa, la haría», ha dicho exhibiendo su habitual ironía.
Un sentido del humor que está presente también en «Coup de chance«, una comedia negra en la que Allen mantiene la chispa para contar las contradicciones del amor burgués y heterosexual.
La trama gira en torno a un matrimonio aparentemente ideal, interpretado por Lou de Laâge y Melvil Poupaud, que se ve amenazado cuando un antiguo compañero de instituto de ella aparece por casualidad en su vida.
El propio director la ha equiparado a «Match Point»: «Ambas hablan de lo caprichoso del azar y del impacto que éste puede tener en nuestras vidas, mucho más de lo que solemos admitir».
En «Coup de chance» vuelve a haber adulterio, intriga romántica y crímenes mortales, temas que para Woody Allen son «la sustancia del drama desde los griegos».
Sobre el tema del azar en su vida, el director ha dicho sentirse muy afortunado: «He tenido dos padres amorosos, amigos, una vida maravillosa, un matrimonio y dos hijos, tengo más de 80 años y nunca he estado en un hospital ni me ha sucedido nada terrible».
«Cuando empecé a hacer películas, todo el mundo destacaba lo que hacía bien y no lo malo, han sido muy generosos conmigo, no he tenido mas que buena suerte y espero que siga siendo así, porque aún es temprano», ha declarado.
En cuanto a sus personajes, Allen ha dicho que siempre ha preferido los femeninos. «Siempre me ha resultado más interesante escribir para mujeres, no sé por qué, quizá por influencia de los directores que admiro como Ingmar Bergman o Tennessee Williams, nunca he sabido escribir para hombres salvo para mi mismo».
En la rueda de prensa, director ha estado acompañado por las actrices francesas Lou de Laâge y Valerie Lemercier, además de Vitorio Stotaro, ganador de tres Oscar y autor de la fotografía de películas de Bertolucci, Coppola o Carlos Saura, que ha pedido no ser denominado «director de fotografía» sino «autor» de la misma.
En declaraciones a la revista oficial del festival, Storaro se ha declarado «escandalizado e indignado» por el hecho de que Cannes rechazara «Coup de chance«, debido a una sensibilidad «que está sacando a la luz problemas sistémicos reales pero también causando muchos daños injustos (…), una caza de brujas mas allá del sentido común».