-¿Se puede amamantar después de la colocación de implantes mamarios?
Totalmente sí, positivo. La glándula mamaria nace en la piel y mientras va creciendo se desarrolla y va abultando el espacio que luego se convierte en mama. Es una glándula igual que las sudoríparas, que las glándulas sebáceas que están conformando la piel. Por lo tanto, se adhiere totalmente a lo que es el complejo areólo mamilar que es donde está el pezón, y donde se produce la leche, a través de los conductos galactóforos, que le pertenecen a la misma glándula; y si la glándula está pegada a la piel, no hay pérdida de la lactancia con ningún tipo de cirugía mamaria.
-Y en el caso de la mamoplastía de reducción, ¿esto pudiera afectar a la lactancia?
También se puede amamantar.
-¿Los nervios, los conductos lactíferos y las glándulas mamarias pueden dañarse durante la cirugía para colocar implantes?
Las glándulas mamarias no, porque los implantes siempre están colocados debajo de la glándula mamaria o debajo del músculo. Por lo tanto, no hay cómo dañar la glándula mamaria. Ahora, cuando hay una inervación del nervio troncular directo del intercostal hacia el pezón, se puede ver una disminución de la sensibilidad parcial del pezón. Pero, normalmente, esa inervación del pezón viene dada por los nervios intercostobraquiales y los nervios supraclaviculares, que vienen todo alrededor o a través de la misma piel. Por lo tanto, no hay pérdida de sensibilidad.
-¿Hay evidencia de efectos tóxicos en la leche de una madre que lleve un implante mamario, ya sea salino o de silicona?
No, no, para nada.
-¿El tipo de incisión que se realiza durante la cirugía pudiera afectar la producción de leche?
No, porque hay una incisión periareolar, es decir, alrededor de todo el pezón y eso no tiene nada que ver, porque la incisión no significa que se corta el pezón y se pone otra vez. Es decir, la gran mayoría de los pacientes cree que uno corta, como una tapita, el pezón, lo pone en la mesa y después se lo pega cuando está hecha la mama. No, eso no es así. El pezón nunca se desprende de su lecho térmico, es decir, de la dermis. Lo que se desprende es la circunferencia alrededor del pezón, de esa piel, y por eso se traslada el pezón más arriba, para subirlo cuando se hace la nueva mama. Pero nunca se despega de la piel, por lo tanto, viene con toda su irrigación adherida a la misma dermis. Nunca hay un despegamiento total del pezón.
-¿Es recomendable someterse a una mamoplastía de aumento antes del embarazo?
Si hay un caso de gigantomastia o de hipertrofia mamaria que le perturbe el peso, le produzca daños en la espalda o en la columna, y bueno, hasta sea estético, pues claro que sí que se la puede hacer. Inclusive a los 5 años después de la menarquía, que es la primera menstruación, se recomienda hacer este tipo de cirugía en pacientes con hipertrofia mamaria temprana.
-Y después del embarazo, ¿qué tiempo se debe esperar para someterse a esta cirugía?
Después del embarazo no, después de acabada la lactancia se debe esperar un mínimo de seis meses. Ahora, si no lactas tras el embarazo, bastan seis meses después del parto. Pero la cuestión no es dada por el final del embarazo, sino por el final de la lactancia.
-¿Por qué se debe esperar ese tiempo luego de la lactancia?
Porque hay un periodo de recuperación de toda la glándula mamaria que se llena. Los galactóferos aumentan de tamaño, y si tú operas a una paciente con esa dilatación de los conductos galactóferos o con una producción de leche activa todavía, puedes formar un cúmulo de leche dentro de la mama operada que te puede dar un problema. Te puede producir una infección, o un ceroma lácteo, porque esa leche acumulada se torna como un caldo de cultivo para cualquier bacteria, y por eso no es recomendable.