Las vacaciones estivales son propicias para leer. Tenemos más tiempo que en cualquier otra época del año y podemos dedicar horas a la lectura de libros extensos.
Las pasadas Navidades recomendé, a sugerencia de The Conversation, ocho libros para regalar. Me limité entonces a obras publicadas en español en los doce meses anteriores. Vuelvo ahora, medio año después, con otra recomendación, solo que, en este caso, no son (o sí) para regalar, sino para leer.
Son libros de divulgación, aptos para ser leídos por públicos amplios. Los recomiendo porque me han parecido buenos desde ese punto de vista, lo que no excluye la posibilidad de que en alguno de ellos se haya deslizado algún error o imprecisión. No está en mi mano valorar eso, puesto que no son de mi especialidad.
Los ocho se han publicado en español en los cinco años que median entre marzo de 2018 y febrero de 2023 (ambos inclusive). Algunos se publicaron en inglés algunos años antes, pero he respetado la fecha de la publicación en castellano.
Y como son para el verano, la mayoría son extensos. Ninguno ha sido, que yo sepa, un bombazo editorial como lo fue, por ejemplo, el excelso El infinito en un junco, de Irene Vallejo. He optado por recomendar libros menos conocidos.
1. «Compórtate. La biología que hay detrás de nuestros mejores y peores comportamientos», de Robert Sapolsky
Se trata de un recorrido por las rutas nerviosas y sistemas hormonales que están en la génesis del comportamiento. El autor, especialista en las bases neuroendocrinas del comportamiento de primates, repasa lo que ocurre en nuestro organismo en diferentes lapsos de tiempo (segundos, minutos, horas, días…) previos a ejecutar una acción, y en el origen evolutivo de esas secuencias.
Es una obra monumental, espléndida, llena de conocimiento interesantísimo acerca de las bases del comportamiento. Sapolsky tiene, además, un estilo desenfadado que hace la lectura muy amena. Solo así se puede atacar un libro de 900 páginas de contenido y casi un millar en total.
2. «La mente de los justos. Por qué la política y la religión dividen a la gente sensata», de Jonathan Haidt
Cuando leí este libro hace ya una década, me impactó el gran poder explicativo que atribuía a los fundamentos de la moralidad –los valores morales básicos– de las personas de las sociedades occidentales: el cuidado de los otros, la equidad, la lealtad, la importancia de la autoridad y la santidad (o limpieza).
De acuerdo con la teoría de Haidt y sus colegas, esos valores inspiran los sentimientos o intuiciones morales de los miembros de nuestras sociedades, aunque dependiendo de la ubicación ideológica (y, seguramente, de otras circunstancias) de cada persona, cada uno de los fundamentos influye en diferente grado. La teoría de Haidt y sus colegas no está universalmente aceptada en psicología social, pero me pareció y me sigue pareciendo valiosa y muy interesante; remite las opciones morales a fundamentos basados en la teoría evolutiva.
3. «La gran historia de todo», de David Christian
Empezando por el Big Bang, el autor recorre la historia del Universo, las moléculas, el sistema solar, la aparición de la vida, los microorganismos, las plantas y los animales, la humanidad, y las civilizaciones, hasta llegar al Antropoceno, además de explorar diferentes futuros posibles. Es un viaje por la historia de la complejidad, porque en cada uno de esos niveles se produce un aumento con relación al nivel anterior. La narración ofrece una visión unificada y comprensible de la historia, y que da sentido a nuestro papel en ella.
David Christian consigue el difícil logro de explicar con claridad la intrincada red de relaciones que existe entre los fenómenos que describe. Si ha leído Sapiens, el libro de Harari, quizás piense que este no le va a contar nada que no sepa. Se equivocaría. Harari es un gran narrador, pero la historia que cuenta es, en mi modesta opinión, muy diferente (e intelectualmente inferior) a la de Christian.
4. «Los griegos antiguos. Las diez maneras en que modelaron el mundo moderno», de Edith Hall
Tengo debilidad por el mundo clásico y, en particular, por la civilización griega. Debilidad por una civilización que consideramos única, aunque de ella participaron pueblos tan diferentes como los jonios, espartanos, atenienses, sicilianos o macedonios. Todos hicieron aportaciones al bagaje común y, juntas, esas aportaciones han ejercido una influencia enorme en nuestra política, nuestra cultura y, en general, nuestro pensamiento.
Nuestra literatura, arte y ciencia tienen su origen, de una u otra forma, en el mundo helénico. Los filósofos griegos preconfiguraron el canon del pensamiento occidental.
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Este no es (solo) un libro de historia, ni (solo) de cultura griega. Es una obra en la que se nos presentan algunas características de la civilización griega clásica y se valora la influencia que ha tenido en el mundo occidental. Edith Hall es una gran especialista en la civilización helénica y una escritora excelente, gracias a lo cual la lectura de esta obra es una experiencia muy gratificante.
5. «Por qué los girasoles se marchitan. Los elementos químicos en el arte», de Oskar González Mendia
El autor, químico de formación, profesa, además de en la de Ciencia y Tecnología, en la Facultad de Bellas Artes de la universidad a la que ambos pertenecemos. De ahí su interés por el arte y por sus intrincadas relaciones con la química.
A través de las páginas de este libro, quienes lo lean descubrirán propiedades notables de ciertos compuestos utilizados en arte y que dependen de la presencia en ellos de los elementos de la tabla periódica. El repaso no es exhaustivo, pero sí recoge los más importantes. Las propiedades de los compuestos, el uso que se les ha dado, su procedencia, el efecto que ejercen sobre la obra artística, cómo se modifican con el paso del tiempo y anécdotas muy sabrosas jalonan los capítulos de esta pequeña joya. Da gusto leer este libro que es, además, el más breve de esta selección.
6. «Eso no estaba en mi libro de botánica», de Rosa Porcel
A pesar de su ubicuidad y de la importancia enorme que tienen para el resto de la biosfera y, más en concreto, para nuestra especie, las plantas han recibido poca atención en el ámbito de la divulgación. La autora, sin embargo, lleva ya más de una década difundiendo conocimiento sobre biología vegetal.
El tema de su libro es la biología de las plantas, pero no es un tratado de botánica al uso. La autora explica nociones básicas: cómo se alimentan, cómo se relacionan y cómo se reproducen. Pero lo hace trenzando un relato en el que sus protagonistas se nos presentan también vinculadas a la historia humana y a infinidad de elementos culturales. De esa forma surge un texto instructivo y ameno a la vez, muy bien escrito, que hace de su lectura un verdadero placer. Rosa Porcel investiga en biotecnología vegetal, por lo que sus conocimientos van más allá de la biología básica. Todo ello da a la obra un empaque que no se suele encontrar en muchos otros textos. Este libro recibió, además el premio Prismas al mejor libro editado en 2020. Un aval excelente.
7. «Tiene la sonrisa de su madre. Poder, deformación y potencial de la herencia», de Carl Zimmer
Carl Zimmer es uno de los mejores escritores contemporáneos de ciencia. Vivimos en un mundo en el que muchas personas cultas se niegan a aceptar que la herencia genética, en interacción con el ambiente, ejerce un efecto decisivo sobre buen número de nuestras características, incluyendo patologías realmente graves. Otras personas, igualmente cultas, no aceptan que esa influencia no determina ni actúa de forma simple y unívoca, sino que lo hace de forma compleja, a través de mecanismos que a duras penas vamos comprendiendo con gran esfuerzo, y en permanente interacción con el ambiente. A unos y otros les recomiendo que lean a Zimmer.
Estos son los temas de los que trata este libro, una obra sobre genética humana que intenta deshacer malentendidos; explica de forma clara el modo en que se transmite la información genética de una generación a la siguiente y las numerosas particularidades y fenómenos inesperados que pueden intervenir en el proceso. Aborda también las implicaciones sociales de las cuestiones relacionadas con la herencia genética.
8. «Comemos lo que somos. Cómo la cultura y la sociedad han modificado la comida», de J. M. Mulet
Cada vez que cocinamos algo, cada vez que nos llevamos una cucharada a la boca o picamos algo en un bar, estamos combinando en el bocado productos de procedencias geográficas dispares y que han discurrido por la historia humana de forma absolutamente azarosa. Aunque los alimentos han circulado por el mundo desde que se practica el comercio, los intercambios crecieron de forma intensa a partir de la primera gran globalización tras las exploraciones de la Edad Moderna. Es más, las especias, en particular, han sido un potente incentivo para las exploraciones y conquistas, y razón de ser de guerras entre potencias comerciales, primero, y coloniales, después.
De todo esto trata el libro de Mulet, de los avatares de los alimentos, de sus orígenes, de la forma de procesarlos y de la gran influencia que la historia de los países y la cultura han tenido en el uso que hacemos en la actualidad de ellos.