Hollywood se sumerge en la incertidumbre ante la amenaza de huelga del sindicato de actores (SAG-AFTRA) y la prolongación del parón de los guionistas: mientras los segundos se mantienen firmes, los intérpretes tensan la cuerda con la búsqueda de un acuerdo con los estudios para crear un nuevo convenio colectivo.
«Queremos que el SAG obtenga el mejor trato posible. Nuestra huelga los está ayudando a presionar y nuestros miembros tienen fuerza y ven claros los problemas por los que tenemos que seguir peleando», expresó a EFE Michele Mulroney, vicepresidenta del sindicato de guionistas del lado oeste (WGA).
Los 68 días que los escritores han pasado en huelga han logrado paralizar la mayoría de producciones televisivas y retrasar algunos proyectos cinematográficos. Series de la talla de «Stranger Things», «Cobra Kai» o «Abbott Elementary» ya se han visto afectadas.
Ahora Hollywood tiembla ante la posible amenaza de huelga de parte del SAG-AFTRA, que terminaría por «cerrar» por completo la actividad de la industria audiovisual afectando de forma inmediata a esperadas películas como «Gladiator 2» y «Mission: Impossible-Dead Reckoning Part Two».
Antes de que el gremio de actores comenzara las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), el 98 % de sus miembros aprobó unirse al parón en caso de que sus demandas no fueran atendidas.
Entre sus peticiones está el aumento de la remuneración base, mermada por la inflación y el «streaming», la regulación de los derechos de imagen con respecto a la inteligencia artificial o la cobertura del coste de las audiciones autograbadas.
El pasado 27 de junio miembros del sindicato enviaron una carta interna a los líderes del gremio pidiéndoles que no se conformaran con nada que no fuese “un acuerdo transformador”, elevando así las probabilidades de un paro que comenzaría el 13 de julio.
Sin actores, las producciones que se han podido mantener a flote pese a la huelga de guionistas frenarían sus actividades y las películas y series pendientes de estreno carecerían de la presencia de sus protagonistas para su promoción, lo que avecina una ola de cancelaciones de ruedas de prensa, alfombras rojas o actividades con los fans.
Además, en caso de que los guionistas continuaran su huelga y los actores comenzaran una nueva, existe la posibilidad de que se anulen ceremonias de premios como los Emmy, que reconocen lo mejor de la televisión estadounidense y cuya fecha está pactada para el 18 de septiembre.
«Con los actores no puedes hacer trampa, sin ellos todo se va a acabar. Nuestro impacto en la industria se nota más a posteriori. Nosotros podemos dejar de escribir, pero los estudios tienen reservas y aunque no deberían rodar lo hacen», mencionó a EFE la guionista y una de las capitanas de la huelga del WGA Haley Harris.
Harris presiente que la AMPTP no responderá a las demandas de los intérpretes de forma justa, pero cree que un acuerdo imparcial para estos también beneficiaría a los guionistas.
«Muchas de nuestras demandas coinciden. Si el SAG logra un acuerdo en esos puntos habríamos avanzado más de la mitad del camino para cuando volvamos a la mesa de negociación», expresó.
El juego de la gallina
El fin de las negociaciones entre la AMPTP y los representantes del SAG-AFTRA está previsto para el 12 de julio. Aun cuando se avecina una gran crisis para el entretenimiento, los guionistas no esperan que después de ese día los estudios quieran retomar inmediatamente las conversaciones de su contrato.
Para Harris esto se debe a que la estrategia de la alianza está basada en «el juego de la gallina», es decir, en una disputa por ver quién resiste más el golpe financiero.
«Aunque a estas empresas la huelga les ha costado una cantidad significativa de dinero, evidentemente están dispuestas a mantener el rumbo y esperar a que los guionistas empiecen a sentir el dolor económico antes que ellos», añade a EFE Peter White, editor de televisión del medio especializado Deadline.
Pero la industria, según los propios afectados, ha «entrenado» a los creativos a mantenerse sin trabajo largas temporadas, por lo que todavía podrían pasar meses aguantando los estragos económicos que genera una huelga a sus bolsillos.
«Sé que no nos detendremos por cuestiones de dinero», apunta Harris, confiada en que el fondo de la Comunidad del entretenimiento y el fondo de huelga de la WGA, encargados de apoyar a los guionistas que lo necesiten con préstamos sin intereses, se encuentran en buenas condiciones y creciendo.
La única vez que el sindicato de actores y el de guionistas estuvieron en huelga simultáneamente fue en 1960 y de dicha lucha obtuvieron seguro médico y una pensión. Ahora, entre las peticiones en las que coinciden ambos gremios, junto a la mejora general de las condiciones laborales, está el pago justo de los derechos residuales por parte de plataformas de «streaming».