Lamentablemente, la cadena internacional BBC informó que entre los escombros encontrados cerca del Titanic se encuentra el marco de aterrizaje y la cubierta trasera del sumergible que desapareció el pasado domingo con cinco personas a bordo.
La información fue suministrada al medio de comunicación británico por el experto en buceo y amigo de los pasajeros que se encontraban a bordo del Titán, David Mearns.
La Guardia Costera indica que unos paneles de expertos dentro del comando unificado están evaluando la información para la realización de un reporte.
La búsqueda del sumergible desaparecido en una expedición para ver los restos del Titanic superó el jueves la marca crítica de 96 horas cuando la nave podría haberse quedado sin aire, un momento sombrío en el intenso esfuerzo por salvar a las cinco personas a bordo.
Recientemente, el actor y youtuber mexicano Alan Estrada se volvió tendencia, porque hizo ese recorrido con la misma empresa llamada OceanGate.
Como reseña Infobae, Estrada es reconocido por compartir con sus seguidores múltiples detalles de sus viajes alrededor del mundo a través de su canal Alan x el mundo. Y en una entrevista con Yordi Rosado, relató que un buzo que descendió después que él le contó la historia vivida por James Cameron, lo que llevó al presentador a adentrarse más en esa historia.
“Quedó atrapado en una corriente durante 19 horas, lo leí en su libro”, expresó Estrada. Este revelador testimonio pone de manifiesto uno de los mayores riesgos que implica sumergirse en esas aguas inhóspitas: el peligro de quedar atrapado en algún objeto o estructura submarina.
Antes de llevar adelante el gran éxito cinematográfico, Cameron se sumergió 33 veces para visitar el Titanic y así lograr acumular toda la información necesaria para llevar adelante su película.
Sin embargo, en una de ellas, una corriente de agua los atrapó contra la popa del barco y estuvieron 16 horas sin poder subir. «No podían salir hasta que el agua se desviara», explicó el actor Alan Estrada.
En este sentido, sostuvo que el mayor peligro es quedarse atascado con algún objeto sumergido. «Te pasa eso y despedite, no hay forma de que alguien baje a rescatarte, son 3.800 metros», enfatizó el youtuber mexicano que realizó la expedición en el mismo submarino.
«No hay otro sumergible en el mundo que pueda bajar a rescatarte y si lo hay está lo suficientemente lejos para que tú te mueras antes», sentenció.
Según el Infobae, el propio Cameron relataría a la revista Playboy en 2009 que no fue una historia de amor a bordo del Titanic lo que le inspiró para hacer su exitosa película de 1997, sino que el objetivo era otro: “Hice Titanic porque quería bucear entre los restos del naufragio, no porque quisiera hacer la película”, admitió.
“El Titanic era el Everest de los naufragios y, como buzo, quería hacerlo bien. Cuando supe que otros tipos habían buceado en el Titanic para hacer una película IMAX, dije: ‘Haré una película de Hollywood para pagar una expedición y hacer lo mismo’. Me encantó ese primer contacto, y quise más”, reveló.
El director detalló además en una entrevista al National Geographic que pese a haber crecido en Ontario, Canadá, lejos del Océano, recuerda que de pequeño ya veía con asombro los especiales de televisión del recordado explorador marino Jacques Cousteau.
Según la reseña, siendo adolescente, Cameron realizaría una excursión al Museo Real de Ontario, en Toronto, donde se encontraba en cartel una exposición de un hábitat submarino diseñado por Joe MacInnis -el primer científico en bucear en las aguas casi heladas debajo del Polo Norte- lo que le impulsó a escribirle una carta.
Para sorpresa de Cameron, que entonces tenía 14 años, MacInnis le respondió. “Me envió la dirección de su contacto en… el fabricante de plexiglás… Me puse en contacto con ellos y me enviaron una muestra de plexiglás”, recordaría el cineasta. “En ese momento, ya tenía la ventana del futuro hábitat submarino. Solo tenía que construir el resto. Eso era importante. Eso crea la sensación de que es posible”.
Pero Cameron, pese a todo, no se quedaría solo en el Titanic, y en marzo de 2022 descendió al punto más profundo de los océanos: el abismo Challenger, situado a casi 11 kilómetros de profundidad en un área conocida como la fosa de las Islas Marianas.