La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es una enfermedad de transmisión sexual común que se asocia en 12% al desarrollo de cáncer de cabeza y cuello, que ha presentado un considerable aumento en América Central, durante los últimos años.
Entre los principales tipos de cánceres de la región, éste ocupa el número 22; reportándose en 2021 más de 2 mil casos de cáncer de cavidad oral o de labio.
El aumento en la incidencia de este tipo de cáncer en la región se atribuye a diversos factores de riesgo, entre los que destacan el aumento en el consumo de tabaco y alcohol, la exposición a la radiación solar, la mala alimentación, mala higiene bucodental y la presencia de infecciones por virus de papiloma humano (VPH).
“El Cáncer de Cabeza y Cuello abarca diferentes tipos de cáncer que afectan áreas como la boca, garganta, laringe, nasofaringe, entre otras. Estos cánceres pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes, ya que pueden afectar la respiración, la alimentación, el habla y la apariencia física, por lo que es importante tomar en cuenta los factores de riesgo de este padecimiento”, comentó el Dr. Rolando Medina, especialista en oncología.
La edad juega un papel determinante para el desarrollo de este padecimiento, ya que se presentaba comúnmente en personas mayores de 50 años, sin embargo, existen otras causas relacionadas con malos hábitos en el estilo de vida que contribuyen a la aparición de tumores malignos en el área de la cabeza y cuello, principalmente en los jóvenes.
“La infección por VPH, no siempre conduce al desarrollo de cáncer, pero puede aumentar significativamente las probabilidades de que esto ocurra, especialmente los tipos 16 y 18 del virus están asociados con el desarrollo de cáncer de orofaringe, es decir de boca y garganta. Por lo que, si se sospecha una infección por VPH o se presentan síntomas inusuales en el área de la cabeza y el cuello, es recomendable buscar atención médica para una evaluación adecuada y recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados”, explicó el doctor.
Identificar los síntomas del Cáncer de Cabeza y Cuello es crucial para un diagnóstico oportuno, entre ellos pueden identificarse cambios en la voz, ronquera persistente, dolor o dificultad al tragar, llagas en la boca o en los labios que no cicatrizan, masas o bultos en el cuello, sangrado nasal frecuente y dolor persistente en la boca o en la garganta, orientó el especialista médico, a propósito del Día Mundial contra el Cáncer de Cabeza y Cuello, que se conmemora el 27 de julio.
“Descuidar la salud es muy fácil, sin embargo, se debe tener conciencia del estado del cuerpo, muchas veces los pacientes ignoran síntomas al confundirlos con malos hábitos en el estilo de vida, por lo que no acuden a tiempo al médico para un diagnóstico y tratamiento oportuno”, agregó el especialista en oncología.
Una vez identificado este padecimiento, el tratamiento para el cáncer de cabeza y cuello puede incluir diferentes enfoques, como la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la terapia dirigida y la inmunoterapia.
“Si bien lo ideal es identificar a tiempo el padecimiento, actualmente existen tratamientos para una etapa tardía que ayudan a la sobrevida del paciente como la terapia con anticuerpos monoclonales cuya función es eliminar directamente a las células cancerígenas y al mismo tiempo, potenciar la respuesta inmunológica para seguir combatiendo el cáncer. Dicha terapia puede administrarse sola como monoterapia o de forma combinada con otros tratamientos oncológicos”, finalizó el especialista en oncología el Dr. Rolando Medina.
Concienciación oportuna
En el marco de la efeméride, Merck Centroamérica, compañía en ciencia y tecnología, se suma al llamado de contribuir con información para identificar oportunamente cualquier signo o síntoma de este padecimiento, además de invitar a la población a acercarse a los especialistas pues la detección temprana previene el avance de la enfermedad y promueve la oportunidad de contar con el tratamiento adecuado.
Además de mantener el compromiso con los pacientes para descubrir, desarrollar e innovar medicamentos contra el cáncer que permitan alargar la vida de los pacientes y mejorar sus tratamientos, así como continuar con los esfuerzos para ofrecer soluciones que van desde programas de desarrollo clínico estratégicos centrados en los pacientes, hasta colaboraciones y financiación de investigaciones independientes.