Es ley de vida: las relaciones entre hermanos son una mezcla entre el amor y el odio. Estas están marcadas por los buenos momentos de complicidad, pero también por los conflictos, y quienes tienen más de un hijo saben perfectamente de lo que hablamos.
El simple hecho de que los hermanos son esos ‘amigos’ que nuestros hijos no eligieron y con los que les toca convivir todos los días, es lo que, muchas veces, dificulta que pueda mantenerse la armonía.
Y claro, aunque los conflictos son parte de todos los tipos de relaciones, tampoco quiere decir que no haya nada que se pueda hacer como padres para lidiar con ello.
Aprovechamos que hoy, cinco de septiembre, se celebra el Día Mundial del Hermano, para listarte siete consejos que puedes poner en práctica con tus hijos para fomentar la unión, el respeto y el apoyo mutuo.
1. Evita las comparaciones
Cada hijo es diferente, por lo que las comparaciones nunca son válidas. Frases simples y frecuentes como “Deberías ser más como tu hermano” o “Tu hermano es mejor en tal cosa” pueden llegar a ser muy dolorosas para los hijos, sobre todo cuando se encuentran en la preadolescencia.
Sin darte cuenta, al comparar, estás fomentando el rechazo. Lo mejor es valorar la actitud y las habilidades de cada uno como entes individuales.
2. Déjalos que tengan su espacio
Mientras más tiempo pasamos con alguien, y más si es a la fuerza, más conflictos habrá. Por eso debes respetar la individualidad de tus pequeños y dejar que cada uno tenga su espacio.
Nunca los obligues a estar o jugar juntos; más bien déjalos que creen sus propios momentos de complicidad espontáneos. Cuando esos momentos se den, no los interrumpas.
3. Dedícales el mismo tiempo
Uno de los errores comunes en el que incurren los padres que tienen varios hijos es dedicarle más tiempo al menor, usando como excusa que, por el hecho de ser más pequeño, requiere de más atención.
Todo niño, sin distinción de edad o condición, necesita sentir que le importa a sus progenitores y que estos sacan tiempo para él. Así que, si es necesario, opta por elaborar un horario en el que dividas en partes iguales el tiempo que dedicarás a cada hijo para que vean que no hay favoritismos.
4. Instrúyelos a alertar en lugar de delatar
Los niños se toman las reglas muy en serio, por lo que no es de extrañar que cuando otros no cumplen con lo impuesto por los adultos, su primera reacción sea delatarlos. Como en el caso de los hermanos ir de soplón donde los padres a decir lo que hizo no es una buena forma de ganarse el cariño, debes enseñarles la diferencia entre delatar y alertar.
En un artículo, el psicólogo Jamie Howard dice que mientras delatar puede ser un acto mezquino que busca meter al otro en problemas, alertar busca proteger del peligro y es una muestra de preocupación por los demás.
5. Escúchalos
Siempre que haya una pelea entre hermanos, escucha las dos versiones antes de inculpar a alguna de las partes.
Como padres, muchas veces se tiende a suponer basándose en la actitud de cada hijo, sin embargo, no es lo correcto. Deja que tus pequeños expresen sus sentimientos hacia el otro y se desahoguen mientras tú actúas como mediador, haciendo que ambos se sientan comprendidos.
6. Enséñalos a resolver sus conflictos
Las peleas son simplemente inevitables, así que, en lugar de tratar de obviar esta situación o intentar buscar soluciones por ti mismo, lo ideal es darles herramientas a tus hijos para que puedan resolver sus diferencias de manera oportuna.
En primer lugar, ayúdalos a entender que es normal enojarse con las personas que aman y que eso no quiere decir que los quieran menos. Luego, enfoca su atención en la solución del problema y no en el problema, basándote en que encuentren maneras positivas de expresar sus sentimientos.
7. Promueve la empatía y el respeto
Desde pequeños, enséñales a tus hijos la importancia de ser empáticos y comprensivos con sus hermanos. Déjales saber que, a pesar de ser personas con caracteres diferentes, pueden llevarse bien si se respetan el uno al otro.
La mejor manera de hacerlo es buscando actividades que puedan hacer juntos como equipo y en las que deban apoyarse mutuamente.