El Museo de Arte Moderno, la Embajada de Alemania y la Embajada de Israel celebraron la inauguración de la exposición «Genio norteño bajo el sol caribeño», del artista judío George Hausdorf (1915-1959).
Las obras son del coleccionista Fernando Báez, a quien le tomó 38 años en armar la preciada muestra que se puede disfrutar en aproximadamente media hora.
La embajadora de Alemania, Maike Friedrichsen, consideró que la vida y obra del artista están profundamente marcados por los capítulos más oscuros de la historia alemana. «Que de este fondo oscuro hayan nacido sus cuadros caribeños tan maravillosos parece un milagro y un símbolo de los nuevos comienzos».
Asimismo aseguró que «George Hausdorf, como ningún otro pintor personifica el lazo inexplicable entre Alemania, Israel y República Dominicana, tres países unidos por su historia en las buenas y en las malas».
También aseguró que para la Alemania de hoy la cultura de la memoria es una pieza fundamental en sus relaciones con Israel. «Agradecemos a RD por ser uno de los muy pocos países dispuestos a acoger refugiados judíos y facilitándoles un nuevo comienzo».
Mientras que el embajador de Israel, Raslan Abu Rukun, dijo que tener la oportunidad de ver las obras de un artista judío en RD es la muestra de que el arte es un lenguaje universal, capaz de unir diferentes culturas.
«Como embajador de Israel es un honor ser testigo de esta exposición que también tiene un significado histórico muy importante».
Sobre el artista
Las obras de Hausdorf destacan porescenas naturalistas de playas, cabañas, flores tropicales y escenas de la vida cotidiana. Incorporó una paleta tropical de colores vivos y fuertes contrastes (SAMIL MATEO)
Federico Fondeur, director del Museo de Arte Moderno, reseñó la vida del artista extranjero que residió en República Dominicana.
Indicó que nació en lo que hoy es Polonia, donde se desarrolló como artista, pero en 1939 huyó del régimen nazi y encontró refugio en República Dominicana. En Santo Domingo fundó una academia particular y, en 1942, fue nombrado profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes, posición que ocupó hasta 1948.
«Él dejó un considerable impacto en el desarrollo de las artes del país», dijo Fondeur.
Entre los artistas dominicanos de renombre que formó figura Marianela Jiménez, Clara Ledesma y Eligio Pichardo.
En 1949 se trasladó a Nueva York y nuevamente su estilo se vió influenciado por su entorno; 10 años después falleció y desde ese entonces hasta hoy sus obras visitan los lugares donde él dejó la huella de su arte.