La artista visual Coline Raposa abrirá su tercera exposición en República Dominicana, bajo el nombre «Como brota la muerte, brota la vida«, la cual está está conformada por un cuerpo de treinta obras, en su mayoría realizadas con marcadores de acrílico sobre papel negro de gran formato.
El acto de apertura se realizará el próximo jueves 1 de agosto, a partir de las 7:00 de la noche, en el Centro Cultural Copey, Calle Josefa Perdomo 8, Gascue, donde permanecerá disponible al público los jueves, viernes y sábados de 4:00 a 8:00 p.m, o por cita previa hasta el 18 de agosto.
En ella la también politóloga indaga en las pulsiones de Eros y Tánatos que moldean nuestra sociedad. La angustiante conciencia de la muerte impulsa al individuo a una búsqueda constante de felicidad que se manifiesta en una avidez individualista de acumular bienes de consumo y experiencias.
«La fascinación por la “novedad” y los estímulos artificiales nos embriaga y ciega ante el daño al ecosistema y las formas de explotación consiguientes. A pesar de los aparentes avances en nuestros estándares de vida, ¿es real esta mejora? Donde jugar a la lotería, deslizar en aplicaciones de citas o embarcarse en una yola entretienen nuestras esperanzas», reflexiona la joven artista nacida en Francia y radicada en América Latina desde una década.
Inspiradas en la vida diaria en la isla, las obras dialogan más precisamente con un fenómeno global que el historiador Fressoz denomina «tanatoceno«.
Este concepto describe la era actual, marcada por una pulsión destructiva intensificada. En los conflictos recientes, el objetivo ya no es solo neutralizar al adversario, sino causar bajas humanas sin precedentes y ecocidios.
El ser humano se coloca por encima de otras formas de vida, utilizando este supremacismo de especie para justificar sus acciones y perpetuar el capital, la producción y el consumo. En nuestro contexto insular, distante de los principales acontecimientos bélicos de este siglo, este fenómeno toma formas más sutiles que la exposición explora.
Sobre la artista
Coline Raposa. (FUENTE EXTERNA)
Sus trazos detallados hechos de colores vibrantes ofrecen una lupa sobre realidades que no suelen detener nuestra atención. Nos propone re-aprender a ver: la interdependencia del ser humano con el resto de la asamblea de los seres vivos y, por ende, a sentir consideración hacia lo que nos rodea.
Su inspiración se enraíza tanto en la necesidad de desahogo ante situaciones intolerables, como en el asombro ante bellezas inestimables.
Adoptó el lenguaje universal del arte para plasmar de una forma catártica las utopías y distopías que cohabitan en su cabeza después de estudios en literatura y ciencia política sobre Latinoamérica.
Unos cursos de dibujo en la Universidad Nacional de Colombia y un curso de diseño gráfico en la University of Cape Town la convencieron del poder del lenguaje visual. Sus obras se han expuesto internacionalmente en galerías en ciudades como Ciudad de México, Santo Domingo, Madrid y Bogotá.