Se ha hecho esperar, pero ya está aquí. El próximo jueves 24 de este tórrido agosto comienza la XXV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2023. Hasta el 3 de septiembre nos daremos cita en la Plaza de la Cultura de Santo Domingo de Guzmán los que trabajamos en torno al libro y los que disfrutamos de los libros.
Una feria del libro como la nuestra combina el entorno profesional, a nuestra medida, y el entorno popular. Convoca simultáneamente a quienes escriben, a quienes editan, publican y comercializan libros y a quienes los divulgan y, especialmente, a quienes que los leen. Pero el reto no acaba en la convocatoria; se trata de conectar estos mundos para que confluyan y aprendan juntos en un ambiente cultural festivo (tienen que combinarse los dos adjetivos para que funcione).
No se sientan abrumados por el programa, cargado de actividades y con presencia de autores y editores, de académicos y diseñadores, de clubes de lectura y asociaciones literarias, rebosante de proyecciones, debates, recitales poéticos y cuentacuentos. Planifiquen su visita conforme a sus intereses. Por mi parte, les invito al conversatorio sobre el trabajo de la Academia Dominicana de la Lengua en el que intervendré el sábado 26 a las 10:00 de la mañana.
Disfrutemos de nuestra FLSD 2023. Ya habrá tiempo para analizar, comparar, evaluar y, lo más importante de todo, hacer propuestas para que se parezca cada día más a lo que los autores, los editores y los lectores nos imaginamos. Pidámosle una tregua a la canícula inclemente y vayamos a encontrarnos, de nuevo o por primera vez, con los libros. Si un solo niño, un solo joven toma un libro, lo abre y se queda prendado de sus palabras, habrá merecido la pena el esfuerzo.